Menú

Así viven y sortean la crisis los políticos españoles

A pesar de las declaraciones sobre “ajustes”, recortes o tijeretazo, lo cierto es que muchos de los gastos superfluos de la administración pública saldrán indemnes de esta crisis. Todos los partidos se aprovechan de los mismos y son difíciles de controlar por los medios.

Casi no ha habido un político español que no haya salido en los medios en las últimas semanas a proclamar que el ajuste también llegará a su sueldo. En un momento en el que el déficit público está descontrolado y son necesarios recortes de gasto sin precedentes, era inevitable que nuestros representantes hicieran un gesto que demostrase su sensibilidad.

Sin embargo, LD ya ha revelado que sus sueldos se verán afectados mucho menos de lo anunciado, al igual que sus pensiones. Y ésta no será el único beneficio que nuestros políticos utilizarán para pasar mejor la crisis: afortunadamente para ellos, aunque no para nuestros bolsillos, tienen numerosas herramientas en la mano para que los momentos difíciles lo sean algo menos para ellos y los que les rodean.

1) Más de 700 millones de euros para más de 77.000 políticos:
según el libro La casta, de Daniel Montero, en España hay 77.057 políticos. Aunque la mayoría de estos cargos son concejales y alcaldes de pequeños pueblos, que no cobran sueldo o tienen remuneraciones muy bajas, sólo en sueldos de políticos electos los españoles pagan unos 720 millones al año.

Eso sí, estas cantidades sólo reflejan el gasto en nóminas, no en otro tipo de ingresos o remuneraciones no dinerarias. Estas dietas son bastante importantes: por ejemplo, todos los que no son diputados por Madrid cobran 1.823 euros al mes extra para afrontar los "gastos de alojamiento y manutención en la capital que origine la actividad de la Cámara"; en el caso de los diputados por Madrid, esta cantidad es de 870 euros extra al mes.

2) Gastos discrecionales
: uno de los grandes coladeros en las remuneraciones de los políticos son las partidas de gastos sobre los que prácticamente no existe ningún control. Los siguientes son sólo algunos ejemplos:

- Viajes de “trabajo”:
es habitual que los políticos españoles aprovechen cualquier excusa para organizarse unas vacaciones con cargo al contribuyente. Inocencio Arias denunciaba hace unos días cómo María Teresa Fernández de la Vega viajaba a todo trapo a Nueva York, con un séquito de no menos de 40 personas, con la excusa de dar una conferencia o asistir a un concierto de música española.

Y no es la única, en la web del Congreso se puede comprobar cómo menudean los viajes de los integrantes de las diferentes comisiones. Por ejemplo, en este mes de mayo, la Delegación de Asuntos Exteriores acudió a Senegal para reunirse con sus homólogos del país africano. También es habitual leer en los medios cómo presidentes y parlamentarios autonómicos viajan a diversos países, supuestamente a “promocionar” los intereses de las empresas de su comunidad.

Lo normal en estos viajes es que los billetes sean de clase Business y los hoteles de primera calidad, tanto para los cargos públicos como para su equipo (jefes de gabinete, secretarias, ayudantes) y el resto de la delegación. Además, por cada día fuera de su lugar habitual de trabajo se reciben dietas de 150 euros si están en el extranjero y de 120 euros si se quedan en España.

- Coches, aviones, taxis y multas:
pocos de los desplazamientos que realizan los políticos españoles se hacen con cargo a su bolsillo. Según Montero, los diputados “disponen (en total) de 5 millones de euros al año para viajes” como complemento a su sueldo. Además, es habitual que ministros, secretarios de Estado, consejeros autonómicos y un sin fin de cargos públicos tengan grandes coches oficiales que les ahorran el gasto de gasolina o aparcamiento.

En Madrid, por ejemplo, Alberto Ruiz Gallardón se compró hace dos años un coche de 591.000 euros y fue famoso el caso de Touriño, que tuvo que explicar en la última campaña electoral por qué tenía hasta cuatro coches oficiales de hasta 480.000 euros por unidad. Según recoge La casta, sólo en 2008 los chóferes de la administración riojana realizaron “870.182 kilómetros”, una cantidad difícil de justificar en la pequeña región. Para muchos analistas, estas cifras (y los políticos riojanos no son una excepción) sólo se explicarían por el uso del vehículo oficial para cuestiones personales.

Además, Montero denuncia que el Congreso regala a los diputados sin coche una tarjeta con “250 euros mensuales” para taxis. Y las multas tampoco les afectan: los habitantes de Madrid están acostumbrados a ver coches oficiales en doble fila, interrumpiendo el tráfico, en las cercanías de Génova, Ferraz o el Congreso de los Diputados. Pero, además, cuando uno de estos coches es “pillado” por un radar somos los contribuyentes los que abonamos la factura.

- Comidas, móviles y regalos:
las comidas de “trabajo” de nuestros políticos tampoco tienen un límite legal de gasto. Según denuncia el libro, “tampoco hay fiscalización previa a la hora de comprar jamón, champán o puros”.

Tampoco se privan demasiado nuestras instituciones a la hora de hacer regalos. Por ejemplo, el Congreso se gasta cada año 160.000 euros en regalos navideños y hasta 11.000 cargos públicos reciben algún tipo de obsequio en esas fechas.

Respecto a los móviles, los senadores cuentan con hasta 1,7 millones de euros al año sólo para gastos de teléfonos. Además, un gran porcentaje de los cargos públicos tienen móviles y ordenadores portátiles “oficiales” con cargo al erario público, por lo que pueden ahorrarse gran parte de las facturas que los ciudadanos anónimos pagan de su propio bolsillo.

3) El clientelismo de
la casta: los políticos españoles no sólo se preocupan de su futuro. Numerosos simpatizantes y allegados tendrán un refugio cerca de las instituciones para sortear esta crisis.

Cada uno de los Ministerios del Gobierno central y Consejerías autonómicas, y algunos ayuntamientos, tiene un buen número de cargos de confianza nombrados a dedo: jefe de gabinete, prensa, asesores… Así, es habitual que el ministro, sus secretarios de Estado e, incluso, los subsecretarios y directores generales estén rodeados de su gente (no es extraño que cada uno pueda tener un equipo de hasta una docena de personas).

Muchas de las tareas de estos cargos de confianza podrían ser perfectamente desarrolladas por los funcionarios de carrera, pero los políticos prefieren llevarse a su equipo a cada institución a la que acuden, y así, de paso, le pagan el sueldo a algún meritorio del partido. El nombramiento y el sueldo de todos estos cargos son completamente discrecionales y, en muchos casos, su remuneración es superior a la de los políticos que les nombraron.

Otro medio de clientelismo está en los informes encargados “a dedo”. Según la ley, si el coste de estos trabajos es inferior a 12.000 euros no están sometidos a concurso público y pueden otorgarse graciosamente a aquella empresa que decida el político de turno. De esta manera, la Generalidad de Cataluña subvencionó documentos como "Análisis del grado de hibridación entre la codorniz común y la codorniz japonesa", 11.872 euros; "Valoración de las necesidades formativas de las Fuerzas Armadas españolas", 11.950 euros, etc, etc. Es muy posible que ésta sea la fórmula elegida por muchos políticos para mantener a simpatizantes y empresas afines en estos momentos difíciles.

También las empresas públicas tendrán su hueco para el despilfarro en estos tiempos de supuesto ajuste. Como ha denunciado Libertad Digital, este tipo de compañías de titularidad pública es el nuevo coladero que los partidos utilizan para enchufar a simpatizantes. De esta manera, los amigos y familiares del político de turno pueden acceder a un empleo de por vida sin las molestias de estudiar una oposición.

Temas

En Libre Mercado

    0
    comentarios
    Acceda a los 1 comentarios guardados

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Escultura