LD (M. Llamas) Y el pánico estalló, pese a que los análisis vaticinaban los peores augurios desde hace meses. Los tambores de quiebra se dispararon en los ámbitos financieros especializados de la primera potencia mundial durante las últimas jornadas.
Hasta tal punto está en duda la solvencia de los gigantes hipotecarios norteamericanos, que la Reserva Federal reconocía abiertamente este jueves la posibilidad de poner en práctica un plan de contingencia para acudir al rescate de ciertas compañías cotizadas “al borde de la quiebra” , con el fin de evitar el “colapso” de Wall Street, tal y como avanzó este diario.
Pese a ello, el secretario del Tesoro de EEUU, Henry Paulson, ha lanzado un mensaje de calma a los mercados al asegurar que el Gobierno quiere que los gigantes hipotecarios sigan adelante con su labor. “Nuestro objetivo es respaldar a Fannie Mae y Freddie Mac en su estado actual mientras llevan adelante su importante misión", señala Paulson en un comunicado. Sin embargo, el mensaje no ha tranquilizado a los inversores y las bolsas han registrado importantes caídas.
Ambas entidades, que cuentan con el respaldo gubernamental para la emisión de hipotecas, copan casi el 80 por ciento de los préstamos hipotecarios que se conceden en la actualidad en EEUU. Casi el doble que en 2007. Fannie Mae y Freddie Mac acumulan un capital próximo a los 83.000 millones de dólares, mientras que su deuda supera casi los 5 billones.
Su elevada exposición a la crisis inmobiliaria que sufre el país ha disparado la incertidumbre bursátil acerca de la posible quiebra de ambas compañías, tal y como avanzó LD. William Poole, el ex presidente de la Reserva Federal de Sant Louis, afirmaba a Bloomberg que la situación de ambas entidades es de clara "insolvencia".
EEUU estudia planes de contingencia
Hasta tal punto esto es así, que el Tesoro de EEUU estudiaba desde hace meses la posibilidad de poner en práctica diversos planes de contingencia para acudir al rescate de Fannie Mae y Freddie Mac en caso de quiebra. Y es que, las cuantiosas pérdidas por la rebaja a aplicar en el valor de las anotaciones (writedowns) de los balances obliga a ambas compañías a ampliar su capital. Y ello, en un momento en el que, precisamente, el capital privado no estaría dispuesto a asumir tales riesgos.
De este modo, el Gobierno de EEUU se encuentra ante una disyuntiva: Acudir o no al rescate de ambas entidades. Según los analistas, la Administración norteamericana no dejará caer a Fannie y Freddie, debido a los enormes efectos colaterales que provocaría sobre el sistema financiero y la economía estadounidense e, incluso, mundial.
Las consecuencias de la quiebra “serían mucho peores que la caída del banco de inversión Bear Stearns”, según Sean Egan, director de calificaciones crediticias de Egan Jones. “Sumiría a la economía en la depresión”, según recoge la revista Fortune. Tan sólo Freddie tendría que ampliar capital por valor de 7.000 millones de dólares en los próximos dos trimestres debido a la acumulación de writedowns y pérdidas.
Sin embargo, su valor en el mercado apenas alcanza los 8.700 millones de dólares, tras el desplome bursátil de las últimas jornadas. Este jueves las acciones de ambas compañías habían perdido más de un 80 por ciento en lo que va de año, al tiempo que la cotización caía cerca de un 50 por ciento al cierre de esta edición.
"Nivel crítico de capital"
Pese a todo, Fannie Mae y Freddie Mac deberían registrar unas pérdidas de 77.000 millones de dólares antes de que el Gobierno norteamericano se viera obligado a acudir al rescate financiero de ambas compañías, según las estimaciones de Fox-Pitt Kelton and Friedman, Billings, Ramsey & Co analistas, informa Bloomberg.
La tutela gubernamental se activaría en caso de que las empresas cayeran por debajo del denominado “nivel crítico de capital”, que se sitúa en el 2,5 por ciento de los activos más el 0,45 por ciento del balance de obligaciones, basadas, principalmente, en valores hipotecarios garantizados. Para que algo así suceda, el precio de la vivienda tendría que registrar una caída próxima al 40 por ciento a nivel nacional, al tiempo que la morosidad tendría que ascender a un nivel próximo al 10 ó 12 por ciento en las hipotecas contratadas en 2006 y 2007, respectivamente, según los analistas consultados por dicha agencia. Algo “muy poco probable”.
En este sentido, algunos análisis a los que ha tenido acceso LD, sitúan ya la caída del precio de la vivienda en EEUU próxima al 20 por ciento interanual.
En todo caso, y ante la necesidad de tener que acudir al rescate de ambos gigantes hipotecarios, existen diversos escenarios, según los expertos. Según un informe de Standard & Poor´s del pasado mes de abril, aunque un escenario de Armegedón (el peor posible) es “poco probable”, la mera posibilidad de quiebra supone una amenaza para la economía estadounidense mucho mayor que el derrumbe de cualquier banco de inversión (en referencia a Bear Stearns).
Pese a ello, en caso de que se cumpliera el peor de los escenarios posibles (es decir, el rescate financiero) el coste directo para los contribuyentes estadounidenses podrá ascender a cerca de 1 billón de dólares. De este modo, tan sólo esta decisión dispararía casi por tres el déficit presupuestario estadounidense previsto para 2008 (400.000 millones de dólares, casi el 3 por ciento de su PIB).
Efectos sobre la deuda de EEUU
Llegados a este punto, al agencia de calificación se vería obligada, incluso, a degradar el rating de solvencia (indicador de riesgo país) de EEUU, con las implicaciones que ello conllevaría sobre la calidad de la deuda pública del Gobierno estadounidense.
Mientras, la revista Times señala este viernes que en caso de que la Administración se vea obligada a intervenir y avalar la deuda hipotecaria de ambas entidades, garantizar la solvencia de los 5 billones de dólares que acumulan tales compañías duplicaría el monto de la deuda pública estadounidense.