(Libertad Digital) La titular de Fomento ha sido durante todo su mandato el blanco preferido de las críticas de la oposición por la lamentable gestión que ha hecho al frente del Ministerio de Fomento, desde los problemas en las obras del AVE, pasando por la paralización de las infraestructuras del país cuando se han producido condiciones climatológicas adversas y la paupérrima gestión del accidente de Spanair en Barajas.
Además, Álvarez, lejos de asumir su responsabilidad no ha desaprovechado ninguna de sus decisiones conflictivas para pedir su comparecencia en el Parlamento y su "retiro definitivo". Cuando la ya ex ministra ha acudido al Congreso siempre ha generado polémica y ha servido de escudo político al presidente del Ejecutivo.
Este continuo rifirrafe parlamentario a menudo hizo sombra a sus logros, cuyo mayor exponente fue la puesta en marcha del Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) 2005-2020, dotado con 250.000 millones de euros. No obstante, los puntos negros han sido más numerosos, especialmente cuando los parlamentarios le han pedido cuentas de su labor.
Magdalena Álvarez (San Fernando, Cádiz, 1952) fue superviviente de la anterior legislatura, porque cuando todos los rumores la señalaban como ministra saliente del Ejecutivo tras las elecciones de 2008, fue confirmada en su cargo por Rodríguez Zapatero, a pesar de haber sido el único miembro de un Gobierno de la democracia reprobado por el Parlamento.
Y aunque en la anterior legislatura resistió al desgaste político que supusieron los problemas en las obras del AVE catalán, no ha podido salvarse en la presente, entre otros motivos, por su falta de previsión ante la nevada que colapsó toda España el pasado 9 de enero.
Su actuación en este caso se encontró no sólo con las críticas de la oposición, sino también de la opinión pública a la que no le gustó que la titular de Fomento culpase del colapso a un fallo en la previsión meteorológica.
Tampoco se salvó de la crítica por la actuación de su Ministerio ante el accidente de un avión de Spanair, ocurrido el pasado 20 de agosto en el aeropuerto madrileño de Barajas, que costó la vida a 154 personas.
En este caso fue criticada por la falta de información facilitada desde su ministerio y por la filtración a los medios de comunicación del borrador del informe de la Comisión de Investigación de la tragedia.
No obstante, en sus cinco años al frente de Fomento, también hay aciertos como la ampliación de la red de alta velocidad ferroviaria, su “niño mimado” del plan, o la inauguración de la terminal T4 del aeropuerto madrileño de Barajas que no podrá repetir en Barcelona, donde está a punto de abrirse la nueva terminal T1 de El Prat.
Desde su llegada a Fomento, el objetivo oficial de su mandato era la modernización de las infraestructuras españolas para situar al país entre los primeros del mundo y dio una nueva orientación estratégica a la política de su Departamento, que se apoyaba en un enfoque global del sistema de transporte desde el punto de vista territorial y modal.
La apuesta de Álvarez por el ferrocarril como uno de los modos más sostenibles del transporte fue clara desde el principio y su meta fue alcanzar una red de alta velocidad ferroviaria española con 10.000 kilómetros en 2020.
Su salida del ministerio deja en manos de su sucesor múltiples proyectos abiertos, entre los que destaca el proceso de cambio de modelo del gestor aeroportuario público, AENA, al que se dará entrada al capital privado y a las comunidades autónomas.
También queda encima de la mesa el plan para el impulso al transporte de mercancías por ferrocarril, la nueva Ley de Puertos del Estado, las nuevas líneas del AVE previstas para esta legislatura y la modernización de las conexiones con Europa por vía tanto aérea como terrestre y marítima.
Zapatero: “Ha hecho una buena tarea”
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, destacó la labor que ha desarrollado Magdalena Álvarez durante los cinco años que ha estado al frente del ministerio de Fomento, así como la capacidad de gestión que posee el nuevo encargado de esa cartera, José Blanco.
Zapatero, en rueda de prensa posterior al anuncio de los cambios en su gabinete, se refirió a la ministra saliente indicando que "ha hecho una buena tarea, situando a España como el país con más kilómetros de alta velocidad ferroviaria", y añadió que también lo será pronto por kilómetros de autovía.
El presidente se mostró convencido de que la ex-ministra " va a seguir activamente en la vida pública, con gran compromiso y lealtad, como siempre ha demostrado".
Zapatero agradeció la labor de Álvarez indicando que ha permanecido cinco años, "un tiempo razonable", al frente de un ministerio "muy difícil", porque tiene en sus manos los grandes servicios públicos.
Respecto al nuevo ministro, José Blanco, el presidente dijo que lo conocía por su perfil político y por la capacidad de gestión que tiene, y que "conozco bien".
Para el presidente, Blanco cumple con el perfil para hacerse cargo de un ministerio como el de Fomento, que requiere "gran capacidad de gestión, por el gran volumen de inversión que maneja". La llegada del AVE a Galicia puede ser la carta que esconde Blanco para asegurarse dentro de unos años la presidencia de la Xunta de Galicia, pero para eso habrá que esperar.