Finalmente, después de muchos intentos por evitar el pago, Alemania participará en el rescate de 110 millones de euros a la economía Griega para tratar de mantener la estabilidad de la zona Euro y lo hará con 22.000 millones, el 27% de la aportación que le corresponde a los miembros de la zona euro.
La decisión se ha tomado este domingo después de que Grecia anunciara que había llegado a un acuerdo con la UE para activar un férreo programa de austeridad, con incremento de impuestos, suspensión de contratos públicos, rebajas de salarios en los funcionarios y congelación de los salarios privados. En palabras de Papandreu, un "sacrificio" fuerte para evitar "la bancarrota".
Alemania ha tratado de evitar en las últimas semanas tener que acudir al rescate. Es la economía más fuerte de la Unión Europea y todos los ojos estaban puestos en la administración germana ya que era la que podía aportar el mayor porcentaje al paquete de rescate. Incluso llegó a plantear la posibilidad de estudiar la salida de países de la zona Euro.
Tal y como han acordado los ministros de Economía de la zona euro, de los 110.000 millones de euros, 80.000 millones serán préstamos bilaterales de los países que comparten la moneda única y el resto lo aportará el Fondo Monetario Internacional, según anunció la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado.
España aportará 3.672 millones de euros en 2010 y en total, para el conjunto de los tres años, 9.792 millones de euros, el 12,24% del total, explicó Salgado.
Los ministros de Economía aumentaron así la asistencia de 30.000 millones de euros a la que ya se habían comprometido para 2010 (y a los que el Fondo Monetario Internacional (FMI) sumará otros 15.000 millones) con el objetivo de salvar a Grecia de la quiebra, calmar a los mercados y restaurar la estabilidad de la eurozona.
También activaron formalmente el mecanismo de asistencia financiera, tal y como pidió el Gobierno griego el 23 de abril, lo que permitirá que el dinero vaya llegando a Grecia a medida que los diferentes países completen sus respectivos trámites nacionales, según explicó Salgado.
Los ministros de Economía de la eurozona constataron que el plan de medidas de ajuste y reformas estructurales que ha aceptado Grecia para equilibrar sus cuentas y evitar la quiebra es sólido y creíble y constituye por tanto una contrapartida suficiente para recibir los préstamos de la UE y del FMI.
El plan, que ha sido negociado por la Comisión, el Banco Central Europeo y el FMI, prevé recortes presupuestarios por valor de 30.000 millones de euros para reducir el déficit público griego del 14,6% en 2009 a menos del 3% en 2014.
Incluye medidas como nuevas subidas del IVA y los impuestos especiales, supresión de las pagas extra y congelación salarial para los funcionarios durante los tres próximos años y retraso de la edad de jubilación.
El programa de ajuste agravará la recesión en Grecia, según los cálculos del propio Gobierno griego. La economía del país se contraerá un 4% en 2010, un 2,6% en 2011 y sólo volverá al crecimiento en 2012 (1,1%).