L D (EFE) La dolencia en su hombro izquierdo deja a Nadal con un enemigo extra en las semifinales. La lesión no impidió que venciera a su compatriota Feliciano López, un triunfo que le sitúa a una sola victoria de consolidar su puesto de número uno del mundo hasta final de año. El concurso de Nadal en la semifinal fue vigilado con lupa. El ex jugador francés del Real Madrid, Zinedine Zidane, fue uno de los que no se quiso perder este duelo fratricida entre dos españoles que se conocen a la perfección. Y mientras calentaban en la pista central su tío y entrenador Toni Nadal señalaba a TVE que había dudas sobre si su pupilo podría acabar incluso el partido. "Ya veremos si puede acabar el partido porque tiene unos problemas ahí", dijo, a lo que Rafael Maymó, fisioterapeuta particular del jugador, añadió que le habían aplicado "un tratamiento de recuperación de urgencia para ver qué tal responde".
El problema no era ahora el glúteo, si no el hombro izquierdo, tocado durante su partido anterior contra el francés Richard Gasquet, y que no le permitió entrenarse más que 20 minutos. "Tiene un dolor en la parte posterior del hombro" señalaba su médico Angel Ruiz Cotorro. Y el rumor sobre su maltrecho estado se extendió por toda la pista, y se constató al observar la velocidad en los saques del de Manacor, 137 km/hora, el más bajo, y nunca más allá de los 180 km/hora.
"Hasta última hora hemos estado ahí, ahí. Hemos hecho todo tipo de cosas hasta hace casi dos horas, y por suerte he podido salir a jugar", ha dicho Nadal al respecto, tras ganar a López. Incluso así, Nadal sacó el partido adelante, porque le basta su resto y la buena visión que tiene para pillar la bola adelante para destrozar a cualquier adversario. A Feliciano le conoce de memoria y sabe que restándole siempre a los callos, tarde o temprano le hará daño, como en las tres veces anteriores que le ha dominado sin problemas.
Feliciano también salió con la lección aprendida y castigó lo que pudo con su revés cortado pero casi siempre encontró respuestas en Nadal. "Aun así, conociéndonos tanto, es difícil ganarle. Yo intento basar mi juego sobre su revés, pero lo ha cortado muy bien y a él además le encanta jugar en altura y en Madrid, pero yo he jugado muy serio y estoy muy contento", añadió Nadal. En el segundo set, ya con el hombro más caliente, Nadal dio todo un recital y Feliciano se fue hundiendo sin remisión ante la seguridad de un rival, más rápido y fuerte, y con mayor decisión, que este sábado se medirá al francés Gilles Simon.
Federer - Murray en la otra semifinal
"Hasta última hora hemos estado ahí, ahí. Hemos hecho todo tipo de cosas hasta hace casi dos horas, y por suerte he podido salir a jugar", ha dicho Nadal al respecto, tras ganar a López. Incluso así, Nadal sacó el partido adelante, porque le basta su resto y la buena visión que tiene para pillar la bola adelante para destrozar a cualquier adversario. A Feliciano le conoce de memoria y sabe que restándole siempre a los callos, tarde o temprano le hará daño, como en las tres veces anteriores que le ha dominado sin problemas.
Feliciano también salió con la lección aprendida y castigó lo que pudo con su revés cortado pero casi siempre encontró respuestas en Nadal. "Aun así, conociéndonos tanto, es difícil ganarle. Yo intento basar mi juego sobre su revés, pero lo ha cortado muy bien y a él además le encanta jugar en altura y en Madrid, pero yo he jugado muy serio y estoy muy contento", añadió Nadal. En el segundo set, ya con el hombro más caliente, Nadal dio todo un recital y Feliciano se fue hundiendo sin remisión ante la seguridad de un rival, más rápido y fuerte, y con mayor decisión, que este sábado se medirá al francés Gilles Simon.
Federer - Murray en la otra semifinal
Con Nadal, maltrecho, pero sobreponiéndose al dolor, el suizo Roger Federer dio cuenta del jugador del momento, el argentino Juan Martín del Potro, por 6-3 y 6-3 en 89 minutos, gracias a las ayudas del jugador de Tandil, que impresionado por su rival, cometió dobles faltas en momentos claves del encuentro. A pesar de que conectó 12 saques directos, la debilidad en el servicio del jugador de Tandil en los momentos de agobio le puso en evidencia en los dos sets. En el octavo juego de la primera manga, y en el quinto de la segunda. En ambos, "Delpo", algo exigido por mantener la igualdad del partido, cometió dobles faltas, dos en la última ocasión, y aunque su saque rayó niveles cercanos a los 224 kilómetros por hora, esa intimidación fue una ventaja demasiado grande ante un rival como Federer.
Federer, campeón del 2006, auxiliado por un seguro saque, mantuvo a raya al mejor argentino del momento, ganador de cuatro torneos consecutivos esta temporada, y que tenía mucho que ganar en este partido, pues de haber liquidado a Federer habría sobrepasado en 19 puntos al español David Ferrer, séptimo en la Carrera hasta Shanghai, su gran objetivo. "Ojalá vea a Del Potro en Shanghai", deseó el suizo a su rival de hoy, al o que el argentino respondió "sí, ojalá, pero tu no me has ayudado mucho". Esa victoria de Federer y la del escocés Andy Murray sobre el francés Gael Monfils por 6-2 y 6-2 en 67 minutos, deja firmado un duelo entre ambos repetición de la última final del Abierto de Estados Unidos. "Allí yo estaba más fresco y hacía viento, pero las condiciones de Madrid le van muy bien a Andy y ya veremos qué sucede", dijo el suizo.
Federer, campeón del 2006, auxiliado por un seguro saque, mantuvo a raya al mejor argentino del momento, ganador de cuatro torneos consecutivos esta temporada, y que tenía mucho que ganar en este partido, pues de haber liquidado a Federer habría sobrepasado en 19 puntos al español David Ferrer, séptimo en la Carrera hasta Shanghai, su gran objetivo. "Ojalá vea a Del Potro en Shanghai", deseó el suizo a su rival de hoy, al o que el argentino respondió "sí, ojalá, pero tu no me has ayudado mucho". Esa victoria de Federer y la del escocés Andy Murray sobre el francés Gael Monfils por 6-2 y 6-2 en 67 minutos, deja firmado un duelo entre ambos repetición de la última final del Abierto de Estados Unidos. "Allí yo estaba más fresco y hacía viento, pero las condiciones de Madrid le van muy bien a Andy y ya veremos qué sucede", dijo el suizo.