La historia se repite. Como ya le ocurriera el año pasado contra el checo Lukas Rosol -entonces fue en segunda ronda-, Rafa Nadal cae de forma prematura en Wimbledon. Esta vez el manacorense, que este año partía como quinto cabeza de serie en la hierba londinense y que venía de ganar Roland Garros por octava vez en su carrera, ha sucumbido en primera ronda al perder frente al belga Steve Darcis en tres sets.
Como en la edición de 2012, Nadal, campeón de Wimbledon en 2008 y 2010 y finalista en tres ocasiones (2006, 2007 y 2011), vuelve a hincar la rodilla ante un rival que, sobre el papel, no suponía una amenaza. Pero lo cierto es que el balear, que hasta ahora el único tenista del circuito que ha sido número uno del ránking de la ATP y que nunca había perdido en primera ronda en un Grand Slam, se vio superado de principio a fin.
Nadal, de 27 años, afrontaba su novena participación en Wimbledon después de una temporada marcada por la lesión en su rodilla izquierda, que le apartó de las pistas más de siete meses tras la derrota ante Rosol el año pasado. Si bien la inercia ganadora de Roland Garros parecía sólida, el mallorquín ya advirtió antes del torneo de que la hierba no era la mejor superficie para su maltrecha rodilla.
En su partido ante Darcis, Nadal tuvo que salvar una bola de ruptura en el primer juego. Era un primer aviso de lo que iba a venir, si bien nadie en la pista 1 pensó que ese primer obstáculo anticipaba un verdadero suplicio para el manacorense. El encuentro era denso, trabado. Tan sólo el primer parcial duró casi una hora y diez minutos, el tiempo que necesitó el suizo Roger Federer esta mañana para deshacerse en su debut del rumano Victor Hanescu.
Hasta el final de ese primer set no se presentó en la central del All England Club el fantasma de la derrota del año pasado ante Rosol. Fue entonces cuando Darcis logró romper la igualdad que reinaba hasta entonces y se impuso al saque para ponerse con una ventaja de 6-5. Un contratiempo que Nadal supo salvar momentáneamente rompiendo el servicio de su rival en el siguiente juego, pero que se agravó en el desempate. Nadal parecía destemplado sobre la pista, acusaba la potencia al saque de su rival y no fue capaz de superar el juego corto de un primer parcial en el que encajó siete saques directos de su rival.
No cambió la fortuna del mallorquín hasta el final del segundo set, cuando logró por fin romper el servicio de Darcis y encaró con confianza los que parecían ser los últimos golpes del set. El belga, sin embargo, no dio su brazo a torcer y forzó un segundo desempate en el que la tensión en la pista era máxima y ya comenzaba a respirarse en el ambiente que estaba en juego el campeonato para Nadal.
El dos veces ganador de Wimbledon no se lo puso fácil a su rival, que necesitó hasta cinco bolas de set para arrancarle de las manos del español ese segundo parcial, que dejaba el partido en bandeja para el belga. Nadal amagó con romper el servicio del 135 del mundo en el tercer set para ponerse 4-4 en el parcial, el último peldaño en el que una remontada era todavía posible. Pero la fría tarde londinense se le había atragantado a Nadal, y después de apenas media hora de ese último parcial, se vio 5-3 por debajo. Una distancia ya insalvable que su rival aprovechó para apuntarse el duelo.
Darcis se ha convertido así en el jugador con ránking más bajo en ganar a Nadal, desde que el español perdió en 2006 contra el sueco Joachim Johansson. El brasileño Gustavo Kuerten era desde 1997 el último ganador de Roland Garros que cayó en la primera ronda de Wimbledon.
Nadal cae en Wimbledon a las primeras de cambio
El manacorense ha perdido ante el belga Steve Darcis, número 135 del mundo, por 7-6 (4), 7-6 (8) y 6-4 en dos horas y 55 minutos.
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