Juan Carlos Ferrero (Onteniente, 12 de febrero de 1980), uno de los grandes del tenis español, se retira. Así lo reconocía el propio jugador entre lágrimas durante la presentación del Valencia Open 500, que se disputará del 20 al 28 de octubre. Éste será el último torneo en activo de su carrera.
El valenciano, que llegó a ser número uno del mundo durante ocho semanas en 2003, cuenta con 16 títulos en su extenso palmarés, entre ellos tres Copas Davis y un Roland Garros, que consiguió hace nueve años. En ese 2003 también fue finalista del Abierto de Estados Unidos. Entonces cayó ante el norteamericano Andy Roddick, quien la semana pasada también colgó la raqueta. Pone ahora punto y final Juanqui a una exitosa carrera que se ha visto lastrada por las lesiones en los últimos años.
"Lo que más voy a echar de menos es competir, la competición es para nosotros el pan nuestro de cada día. Será un vacío bastante difícil de llenar en esta nueva vida que voy a llevar a partir de final año, pero tengo bastantes cosas para hacer", ha dicho Ferrero, que se retira después de 14 años como profesional. "Esta claro que esta decisión es muy complicada, dejar un mundo que has vivido muy intensamente desde los 6 ó 7 años, siempre es muy complicado. Pero llevo un año bastante difícil, y cuando en la pista empiezas a notar que no tienes esa ambición y esa motivación, se empiezan a tener estos pensamientos", añade.
"La Davis fue inolvidable"
Tras su dilatada carrera, el jugador de Onteniente explicó que sus mejores recuerdos "son unos cuantos, es difícil elegir uno". "La Copa Davis del 2000 fue algo inolvidable para todos los españoles, yo era muy joven y poco a poco me di cuenta de lo importante que fue para mí y para todo un país. Conseguir un Grand Slam o llegar al número 1 son picos que son inolvidables e imposible no elegirlos", relataba.
Pese a su exitosa trayectoria profesional, las lesiones han perseguido a Ferrero desde que alcanzó el número uno mundial hace nueve años, aunque el tenista apunta que prefiere quedarse con lo bueno conseguido y no pensar hasta dónde podía haber llegado de no haber tenido tantos problemas físicos. "Las lesiones son parte de mi carrera, está claro que en algunos momentos ha habido lesiones que sí que han sido importantes y no me han dejado dar mi máximo, pero son parte de la carrera de un jugador, que no se pueden controlar. Tal vez sí que han influido pero me quedo con todo lo bueno", recalca.
Ferrero desvela que ha habido gente que le ha pedido que siguiera en activo, pero aseguró que no se sentía con fuerzas para seguir en las mejores condiciones. "Ha habido gente que me ha tratado de convencer, viendo algunos partidos de este año, como el que hice con Federer. Otros me decían: 'Continúa que estás muy bien'. Pero sé los años que llevo en esto y la procesión va por dentro. Sabemos lo difícil que es estar al máximo nivel y, cuando no te encuentras a ese nivel después de lo que has conseguido, esa motivación no es la misma", relata.
"Una vida nueva"
Sobre su futuro, una vez abandone el tenis, Ferrero ha dicho que "a partir de ahora una vida nueva". "Tengo la academia de tenis, el torneo de Valencia, un hotel, son bastantes cosas para estar muy ocupado. En la academia tenemos jugadores como Tita Torró y otros a los que voy a tratar de ayudarles y trasmitirles mis experiencias y ver su les ayuda para ir para arriba", finalizaba.
Por su parte, su entrenador de toda la vida, Antonio Martínez Cascales, ha recordado que con Ferrero "son 22 años juntos". "Llegó a mi escuela cuando tenía 10 años y es media vida juntos. Sabíamos que tenía que llegar y por muy bien que haya jugado algunos partidos este año, los problemas que ha tenido le han impedido hacer lo que quisiera", declaraba. "Gracias a la situación que tiene, a las cosas que ha emprendido desde que era joven no se va a sentir vacío, tiene mucho por hacer todavía", concluyó.