L D (Antonio Golmar) A pesar de haber batido el récord de los 100 metros libres dos veces a lo largo de estos Juegos, el australiano Eamon Sullivan cayó vencido en la final de la prueba frente al francés Alain Bernard , de 25 años de edad, quien a pesar de su relativa veteranía en este deporte no ha hecho sino progresar en los últimos años. Sullivan tendrá otra oportunidad de lograr el oro olímpico en la prueba de los 50 metros.
En la primera final de la jornada el japonés Kosuke Kitajima , conocido también como “el rey de la braza”, ganó con relativa facilidad su prueba de los 200 metros –ya había conseguido la de 100- quedando a las puertas de batir su propio récord mundial. Ni el húngaro Gyurta ni el canadiense Brown , autores de la segunda y tercera mejores marcas del año, cumplieron su objetivo de figurar en el pódium. En su lugar, el australiano Brenton Rickard y el francés Duboscq , quien consigue así su segundo bronce en estos Juegos.
Los 200 mariposa femeninos, una de las pruebas más abiertas del torneo, fueron a parar a la china Zige Liu , la mejor en las semifinales, quien además batió el récord mundial por más de un segundo (02:04:18). En segundo puesto quedó su compatriota, Jiao Liuyang , y el bronce fue para la nadadora que hasta hoy poseía la plusmarca mundial, la australiana Jessicah Schipper , que suma su tercera medalla, ninguna de oro, en esta olimpiada.
La carrera más palpitante de la jornada fue, como siempre, la de relevos. EE.UU. y Francia han protagonizado un nuevo y espectacular duelo. En esta ocasión fueron las chicas de los 4 x 200, prueba en la que hasta hoy la diferencia entre ambos cuartetos era de tan solo 28 centésimas a favor de las norteamericanas. Sin embargo, las dos primeras postas fueron para las australianas, seguidas de las chinas. Francia se hundió en la tercera etapa mientras que Australia consiguió una sorprendente ventaja sobre sus rivales. En los últimos cien metros, la americana Hoff, una de las grandes decepciones de los Juegos, no pudo superar a la nadadora china, mientras que las australianas remataron su victoria con un nuevo récord mundial (7:44:31, más de cinco segundo por debajo de la plusmarca de las estadounidenses).
En cuanto a Michael Phelps , la sexta medalla podría caer mañana en la final de los 200 metros estilos después de una semifinal sensacional en la que el cansancio de ayer pareció haberse disipado a base de pizza, el plato favorito del americano.
Mientras tanto, la Phelpsmanía aumenta por minutos. El último en unirse al club de fans del nadador es el tenista Roger Federer, quien ha calificado la hazaña del estadounidense de “increíble” e “impresionante”. El baloncestista australiano Patrick Mills ha declarado que su timidez le impidió saludarle cuando ambos coincidieron durante la cena en la villa olímpica. A diferencia de otras estrellas, “la bala” decidió alojarse junto al resto de los atletas, y no en un hotel de lujo.
En la primera final de la jornada el japonés Kosuke Kitajima , conocido también como “el rey de la braza”, ganó con relativa facilidad su prueba de los 200 metros –ya había conseguido la de 100- quedando a las puertas de batir su propio récord mundial. Ni el húngaro Gyurta ni el canadiense Brown , autores de la segunda y tercera mejores marcas del año, cumplieron su objetivo de figurar en el pódium. En su lugar, el australiano Brenton Rickard y el francés Duboscq , quien consigue así su segundo bronce en estos Juegos.
Los 200 mariposa femeninos, una de las pruebas más abiertas del torneo, fueron a parar a la china Zige Liu , la mejor en las semifinales, quien además batió el récord mundial por más de un segundo (02:04:18). En segundo puesto quedó su compatriota, Jiao Liuyang , y el bronce fue para la nadadora que hasta hoy poseía la plusmarca mundial, la australiana Jessicah Schipper , que suma su tercera medalla, ninguna de oro, en esta olimpiada.
La carrera más palpitante de la jornada fue, como siempre, la de relevos. EE.UU. y Francia han protagonizado un nuevo y espectacular duelo. En esta ocasión fueron las chicas de los 4 x 200, prueba en la que hasta hoy la diferencia entre ambos cuartetos era de tan solo 28 centésimas a favor de las norteamericanas. Sin embargo, las dos primeras postas fueron para las australianas, seguidas de las chinas. Francia se hundió en la tercera etapa mientras que Australia consiguió una sorprendente ventaja sobre sus rivales. En los últimos cien metros, la americana Hoff, una de las grandes decepciones de los Juegos, no pudo superar a la nadadora china, mientras que las australianas remataron su victoria con un nuevo récord mundial (7:44:31, más de cinco segundo por debajo de la plusmarca de las estadounidenses).
En cuanto a Michael Phelps , la sexta medalla podría caer mañana en la final de los 200 metros estilos después de una semifinal sensacional en la que el cansancio de ayer pareció haberse disipado a base de pizza, el plato favorito del americano.
Mientras tanto, la Phelpsmanía aumenta por minutos. El último en unirse al club de fans del nadador es el tenista Roger Federer, quien ha calificado la hazaña del estadounidense de “increíble” e “impresionante”. El baloncestista australiano Patrick Mills ha declarado que su timidez le impidió saludarle cuando ambos coincidieron durante la cena en la villa olímpica. A diferencia de otras estrellas, “la bala” decidió alojarse junto al resto de los atletas, y no en un hotel de lujo.