(Libertad Digital) Separados en la línea de llegada por 95 milésimas de segundo, Rossi y Lorenzo ofrecieron un extraordinario pulso deportivo. Para Lorenzo, Rossi ha dejado de ser un maestro del motociclismo y se ha convertido en su gran rival. El español, que salió desde la pole, gobernó casi toda la carrera. Dejó en el camino a todos los rivales, salvo al italiano. Finalmente, todo se decidió en la última vuelta, donde Rossi superó a Lorenzo en la recta principal: el mallorquín, todo ambición, volvió a adelantarle en una maniobra que parecía definitiva, pero Rossi arriesgó del todo y se llevó el premio final, con Lorenzo pisándole los talones, ante el éxtasis de la grada de Montmeló, dividida entre las dos Yamaha.
La batalla entre ambos, que puede acabar convirtiendo el 'box' del equipo en un hervidero, eclipsó toda la carrera. Obligó al resto de pilotos a convertirse en actores secundarios. Casey Stoner (Ducati) comenzó la prueba en cabeza, agarrado a las dos Yamaha, pero se descolgó antes de alcanzar el ecuador de la carrera. El australiano aseguró el tercer puesto pese al acoso de Andrea Dovizioso (Honda), que escaló posiciones en su intento de aspirar al podio, objetivo inalcanzable si Rossi, Lorenzo y Stoner pilotan sin errores.
En un segundo plano rodó Dani Pedrosa, muy mermado físicamente. Aunque escaló cuatro puestos en las dos primeras vueltas, desde la octava a la cuarta, acabó firmando un sexto puesto que no le permite avanzar demasiado en el Mundial, pero que premia su increíble esfuerzo físico con diez puntos, después de volver a correr infiltrado para sobrellevar sus dolores de cadera. Sete Gibernau, por su parte, fue decimoquinto, por delante tan sólo de dos debutantes, Canepa y Talmacsi. Menos suerte tuvo Toni Elías, que se fue al suelo en la séptima vuelta. El piloto de Manresa, que había partido quinto de la línea de salida, intentó recuperar su Honda no oficial y regresar a carrera, pero le fue imposible y tuvo que ver el final desde su 'box'.
La victoria de Rossi, su noveno triunfo en Montmeló -sexto en la máxima categoría- y el número 99 (dorsal de Lorenzo) en toda su carrera, le convierte nuevamente en el líder del Mundial, pero sólo gracias al número de podios porque la clasificación general está más apretada que nunca: Stoner y Lorenzo también tienen 106 puntos, como el italiano.
Paseo de Bautista tras una caída de Simoncelli
Álvaro Bautista consolidó su liderato en el Mundial al ganar una carrera convertida en monólogo tras la prematura caída de Marco Simoncelli. El italiano, se fue al suelo en la tercera vuelta al perder la adherencia de la rueda delantera de su Gilera, y dejó el camino libre a Bautista, que rápidamente superó a su compatriota Héctor Barberá -poseedor de la pole- y se puso al mando de la prueba. El toledano marcó un ritmo infernal desde el inicio y, poco a poco, vuelta a vuelta, fue aumentado la diferencia con sus más inmediatos perseguidores, hasta alcanzar en solitario la línea de meta. Su Aprilia sacó algo más de siete segundos a la Honda del japonés Hiroshi Aoyama quien, a mitad de carrera, se encontraba en terreno de nadie y que protagonizó una gran remontada que culminó en la última vuelta, cuando adelantó a Barberá.
Hasta entonces, el valenciano había intentado seguir, sin éxito, la estela de Bautista. Sin Simoncelli en pista, Barberá tuvo que aguantar los envites de otro italiano, Mattia Pasini. Ambos pugnaban por la segunda plaza, mientras Bautista los miraba de lejos, sin embargo, cuando Barberá logró deshacerse por fin de Pasini, apareció Aoyama para aguarle la fiesta.
Lejos de los cuatro protagonistas de la carrera, entró el español Álex Debón, que consiguió una trabajada quinta posición tras venir de bastante atrás -por culpa de un mal arranque en el que no encontró el ritmo de carrera- y superar, en su afán por recuperar algunos puestos, a pilotos como el tailandés Wilairot o el suizo Luthi. Debón también se aprovechó de la caída de Locatelli. El italiano emuló a Simoncelli, y arruinó el día a Gilera, que vio como sus dos pilotos se fueron por el suelo. La victoria tiene un valor doble para Bautista, ya que, además de sumar los 25 que le corresponden como ganador, obtiene otros 25 simbólicos, los que no pudo sumar Simoncelli, y, de paso, saca otros cinco a su más inmediato perseguidor, el japonés, Aoyama.
Simón paga caro su descuido
En 125 cc, Julián Simón pagó muy caro el error infantil que protagonizó a falta de una vuelta, cuando, tras liderar la carrera con facilidad, pensó que la prueba había finalizado y comenzó a celebrar el triunfo. El italiano Andrea Iannone (Ongetta Team, Aprilia) fue el máximo beneficiado del descuido del español, que acabó cuarto, por detrás de los otros dos pilotos nacionales que se disputaron el resto del podio en una final de 'photo finish': Nico Terol (Jack&Jones, Aprilia) y Sergio Gadea (Bancaja Aspar, Aprilia). Marc Márquez (Red Bull, KTM), por su parte, realizó una buena carrera. Pese a salir desde la última posición de la tercera línea, y salirse de pista cuando intentaba colocarse tercero, consiguió finalizar en una meritoria quinta posición, siendo el único piloto de las primeras posiciones que no monta una Aprilia, marca dominadora de la cilindrada del octavo de litro.
En una carrera marcada por los fallos técnicos en las motos, sin caídas, Pol Espargaró, que partía de la segunda posición, tuvo que abandonar por un error mecánico en su Derbi, pues al parecer se le rompió el cambio. El actual líder, Bradley Smith (Bancaja Aspar), finalizó en octava posición, por detrás de Bradl y del joven Folger, que rodó durante toda la carrera en el grupo perseguidor, junto a los españoles, pero perdió fuelle al final.