Eduardo Inda se habría presentado hace unos días en la redacción de Marca –siempre según El Confidencial– para preguntar por el precio de un pulpo. "Entre diez y veinte euros", le habría contestado un redactor del diario deportivo para tratar de satisfacer la respuesta de su director.
Pero Inda no quiere pulpo a la gallega –al menos en este caso–, sino un cefalópodo vivito y coleando que, a poder ser, adivine los resultados de los partidos de fútbol, como hizo el célebre Paul durante el Mundial de Sudáfrica que ganó la selección española tras derrotar a Holanda en la final (1-0) gracias a un gol de Andrés Iniesta en la prórroga.
Cabe recordar que el pulpo Paul falleció el pasado 26 de octubre en en el acuario Sea Life de Oberhausen (Alemania) después de tres años de vida. El pasado miércoles era presentado en el mismo lugar su sucesor: Paul II es de color rosado y tiene 30 centímetros de largo, pero aún se desconoce si cuenta con las mismas dotes proféticas que su antecesor.
Así, el director de Marca ya habría ordenado la busca y captura de uno de los congéneres de Paul. ¡Que tiemblen los millones de pulpos que habitan en los mares y océanos del Planeta Tierra!