Ya a su llegada el lunes a la Ciudad del Bósforo, cientos de seguidores del equipo blanquinegro le esperaban en el Aeropuerto Internacional Atatürk de la metrópolis turca, pero lo que ha ocurrido este martes ha sido un verdadero baño de multitudes.
El presidente del Besiktas, Yildirim Demirören, se ha implicado directamente en el fichaje de Guti llegando a ofrecer dinero de su propio bolsillo para concretar el traspaso y el lunes prestó su avión particular para que el madrileño viajase de España a Turquía.
Por ello, esta noche quiso convertir la presentación y la firma del contrato de Guti en un espectáculo que sirviese de regalo a una afición sedienta de trofeos, ya que la pasada temporada no tuvo un gran rendimiento y la tribuna pidió en varios partidos la dimisión del presidente.
Guti ha firmado el contrato que le compromete con las Águilas de Estambul por dos temporadas, a cambio de un sueldo anual de 2,7 millones de euros, y agradeció a Demirören "el esfuerzo" que ha hecho por él.
"Poder estar en un equipo tan grande como el Besiktas es un sueño", aseguraba. "Me hace mucha ilusión estar en la liga turca y poder estar la temporada que viene en la Champions", ha dicho también el mediapunta español sin caer en la cuenta que la cuarta plaza del Besiktas la pasada liga no le da derecho a jugar la Liga de Campeones, sino sólo a entrar en la Liga Europa y además por la puerta pequeña.
De hecho, el Besiktas ya ha disputado la primera ronda de clasificación de la Liga Europa, derrotando al modestísimo Vikingur de las Islas Feroe por 3-0 y 4-0. Tras la firma del contrato, Guti dio una vuelta al estadio, al más puro estilo torero, para satisfacer a los cerca de 15.000 seguidores que se habían congregado para darle la bienvenida.
Según informó la cadena NTV, la hinchada del Besiktas, conocida por ser una de las más apasionadas de Turquía y por su ideología izquierdista, ya ha puesto un apodo al jugador: "La tormenta rubia", en referencia a su dorada melena.