L D (EFE) Nadal sufrió para superar al italiano Potito Starace. Un rival gris, irregular, carente de golpes definitivos y del hábito de las grandes citas. Que, sin embargo, arrebató, por primera vez en su carrera, un parcial al tenista de Manacor, que tuvo que esforzarse en la concentración para sacar adelante el compromiso (6-2, 3-6 y 6-2). Como el mallorquín, ni el suizo Roger Federer ni el serbio Novak Djokovic, se dejaron sorprender. El helvético batió con autoridad al ruso Dmitry Tursunov (6-4 y 6-2). El balcánico apuró más sus fuerzas para superar al estadounidense Robby Ginepri (6-4 y 6-4). Sólo el británico Andy Murray, reciente vencedor en Cincinnati, dejó su resultado en el saco de las sorpresas. Cayó ante el taiwanés Yen Hsun Lu.
El balear, que mantiene el pulso del tenis español en el cuadro individual masculino tras las decepciones que protagonizaron Tommy Robredo, David Ferrer y Nicolás Almagro, se preocupó en exceso de los contratiempos. Aunque tiró de contundencia a última hora para evitar que el insospechado crecimiento de su adversario fuera aún mayor.
Le espera un enemigo de mayor enjundia a Rafael Nadal. El australiano Lleyton Hewitt, que superó sin agobios al sueco Jonas Bjorkman por 7-5 y 7-6 (7-2). "Hewitt es un jugador muy complicado. Es un gran jugador que acentúa su buen rendimiento en pista dura. Ahí se maneja muy bien", asumió Nadal, centrado en su próximo compromiso.
El que fuera número uno del mundo y ganador del Abierto de Estados Unidos, es una seria amenaza para el español. No sólo por su pasado. También por los precedentes. En cuatro de las siete ocasiones que han jugado el de Adelaida salió victorioso. Especialmente significativo es el hecho de que fue superior en las tres que coincidieron en pista dura. "De eso hace ya mucho. Lo cierto es que es un partido que llega excesivamente pronto. Nadal es el jugador más en forma del momento", explicó Hewitt tras solventar su partido de primera ronda.
Ferrer pasa por "el peor momento de su carrera"
Ferrer, Almagro y Robredo precipitaron su estancada. David Ferrer, cuarto del mundo, reconoció atravesar "el peor momento de su carrera" después de perder ante el serbio Janko Tipsarevic (7-6 (8) y 6-2), un adversario del que había dado buena cuenta recientemente. Nicolás Almagro se conformó con el retorno a la alta competición después de la recuperación de la operación de su muñeca. Hizo frente a la batalla que le ofreció el francés Gael Monfils, que terminó victorioso después de tres sets (6-4, 3-6 y 6-3). Robredo, por su parte, desperdició la ocasión que le dio la lluvia en la víspera. Cuando cortó su partido, cuesta arriba. Enderezó el rumbo pero su irregularidad le condenó ante el italiano Andreas Seppi (6-4, 4-6 y 8-6).
Todos, sin embargo, compensaron los reveses con la continuidad en el dobles. Robredo con Nadal superaron a los suecos Jonas Bjorkman y Robin Soderling por un doble 6-3, en una hora y veinte minutos de partido. Nicolás Almagro y David Ferrer superaron el duro choque contra los sudafricanos Kevin Anderson y Jeff Coetze. Se medirán ahora a los suecos Simon Aspellin y Thomas Johansson, que dejaron en el camino a los australianos Paul Hanley y Jordan Kerr (7-6 (7-4) y 6-3).
Triunfos de Llagostera y Martínez
En el cuadro femenino las buenas noticias de la sesión quedaron en los triunfos de Nuria Llagostera, que tumbó a la checa Klara Zakopalova por 2-6, 6-3 y 7-5, y de María José Martínez, que superó con claridad a la australiana Alicia Molik por un doble 6-1 Anabel Medina soportó casi tres horas en la pista para evitar su eliminación de Pekín 2008. Pero fue superada por la austríaca Sybille Bammer, que se adjudicó el choque (6-2, 4-6 y 6-4). La derrota de Anabel Medina es la segunda que padeció el tenis español en el cuadro individual femenino del torneo olímpico junto a la de Carla Suárez ante la china Shuai Peng por 7-5 y 7-6 (7-3).