De una tacada y en dos horas y 15 minutos, Nadal cumplió estos tres objetivos. Por segundo año consecutivo volverá a disputar la final de este Masters 1.000 (en el 2009 cayó ante el suizo Roger Federer), y esta vez se enfrentará con el vencedor del duelo entre el español David Ferrer y Federer (no antes de las 20:00 horas).
El manacorí necesitó sacar su mejor repertorio para superar al murciano por 4-6, 6-2, 6-2 y clasificarse para su tercera final del año en tierra batida, después de vencer en Montecarlo y Roma, por lo que mañana buscará su decimoctavo título en un Masters, lo que le permitirá superar el récord de André Agassi con tan sólo 23 años.
A pesar de todo, Nadal sufrió mucho en los primeros compases. Almagro no acusó el estar disputando sus primeras 'semis' en un Masters e irrumpió en la Central como un ciclón, dominando tanto con su saque como desde el fondo de la pista. El pupilo de José Perlas lanzó el primer 'aviso' al quebrar el saque de Nadal en el juego inicial aunque el mallorquín devolvió de inmediato las tablas al marcador.
No obstante, Almagro tenía mucha confianza en sus posibilidades, ya había avisado ayer que llegaba en mejor forma que en el último duelo previo (París-Bercy 2009) en el que perdonó hasta cinco 'match balls' al mallorquín, y firmó dos nuevos 'break' en el tercer y el quinto juegos para ponerse con un favorable 4-1.
Nadal no era capaz de leer el tenis de su adversario, sufría con el potente servicio de Almagro --llegó a sacar hasta a 218 kilómetros por hora-- y no podía conservar el suyo, aunque logró recortar distancias con una nueva rotura (4-2), no terminaba de estar cómodo sobre la pista madrileña y su tenis lo pagaba. Hasta que no logró adjudicarse el noveno juego (5-4), no se escuchó el primer 'vamos' de boca de Nadal. A partir de ahí, ofreció otra imagen. Gozó de dos puntos de 'break' para igualar a cinco y aunque no pudo convertirlos y Almagro se llevó el parcial, el manacorí había resurgido.
El segundo set fue diametralmente opuesto. Almagro comenzó a acusar los nervios y permitió al balear tener dos bolas de rotura en el segundo juego. Fueron un adelanto de lo que sería la manga. Nadal rompió en el cuarto (3-1) y dejó sin ideas a su compatriota, que multiplicaba sus errores no forzados, mientras el campeón olímpico elevaba su nivel. Así, se llevó el parcial con un nuevo 'break'.
En el parcial definitivo, Nadal volvió a ser el primero en atacar. Se puso con una renta de 3-0 y aunque Almagro no quería rendirse fácilmente, no era capaz de cuestionar el servicio del mallorquí, que de hecho se llevó el partido al resto.
Nadal, que buscará su segundo título en su tercera final en la capital, espera rival del duelo de esta noche (20.00 horas) entre el suizo Roger Federer, número uno del mundo y defensor del título, y el español David Ferrer, con el que se midió hace unas semanas en la final del Masters de Roma.