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Doha 2019: unos Mundiales de atletismo marcados por la polémica, el calor y las ausencias

El Khalifa Stadium acoge desde este viernes los Mundiales más tardíos de la historia. Faltan estrellas de la talla de Bolt, Van Niekerk, Semenya...

El Khalifa Stadium acoge desde este viernes los Mundiales más tardíos de la historia. Faltan estrellas de la talla de Bolt, Van Niekerk, Semenya...
Las estrellas de Doha 2019

Ya está todo preparado para que el moderno Khalifa Stadium de Doha (Qatar), con capacidad para unos 48.000 espectadores, acoja desde el viernes y hasta el domingo 6 de octubre la XVII edición de los Campeonatos del Mundo de atletismo al aire libre. Un evento, al que acudirán más de 2.000 atletas, que llega marcado por una fuerte polémica: además de ser los Mundiales más tardíos de la historia —tradicionalmente se celebran en el mes de agosto—, el evento queda en entredicho por las condiciones ambientales en las pruebas que se desarrollarán fuera del estadio —maratón y marcha— y el consiguiente peligro que para la salud de los atletas representa la combinación de temperaturas en torno a los 33 grados con una humedad superior al 60 por ciento.

"Hace ya varios años que sabíamos que Doha no era el sitio propicio. Sabíamos que las inclemencias meteorológicas iban a poner en serio peligro sobre todo a los atletas de largas distancias", ha destacado en este sentido Martín Fiz, campeón del mundo de maratón en 1995.

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Vista interior del moderno Khalifa Stadium. | Cordon Press

En sus 16 ediciones anteriores, los Campeonatos del Mundo de atletismo al aire libre nunca habían terminado después del 6 de septiembre. La decimoséptima cita, la primera sin uno de los mejores deportistas de la historia como es el jamaicano Usain Bolt, entrará de lleno en el mes de octubre para tratar de minimizar esa amenaza. Aún así, no dejan de arreciar las críticas contra la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) —que, por cierto, a partir del 7 de octubre, cuando acaben estos Mundiales, pasará a llamarse oficialmente World Athletics—, a la que acusan de dejarse seducir por los petrodólares en perjuicio de la salud de los atletas.

Y todo ello pasando por alto la falta de libertades y de derechos humanos en Qatar, donde la mujer, los homosexuales y los inmigrantes son denigrados y hasta castigados. Aún así, el exfutbolista Xavi Hernández, que reside en el emirato desde 2015, afirmó la semana pasada que "aunque no vivo en un país democrático, el sistema de aquí funciona mejor que el de allí (España). Lamentablemente veo que España no funciona de la mejor manera".

Novedoso 'cooling system' en un moderno estadio

Sin embargo, el asunto que más preocupa al mundo del atletismo es el calor. En pleno mes de septiembre, con el verano recién terminado oficialmente, hay más de 35 grados en Doha poco antes de caer la noche. Sin embargo, la cosa cambia una vez dentro del Khalifa Stadium: la sensación térmica es de 25 grados gracias al cooling system —aire acondicionado—, que fue terminado en octubre de 2018, a once meses de los Mundiales, y que supone la gran novedad en estos campeonatos que se van a celebrar en la capital de Qatar.

Más de 3.000 cañones de frío, alimentados de agua que se transforma en gas, se encargan de refrescar el ambiente dentro del estadio. Las boquillas de estos cañones están articuladas para que no influyan en el desarrollo de las pruebas dentro del Khalifa Stadium, que cuenta con una pista de 10 calles. Además de la temperatura, estos cañones se encargarán de controlar la humedad para que el ambiente no sea demasiado seco.

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Así son los cañones de refrigeración del sistema de climatización. | Cordon Press

Según relata Saud Abdul Ghani, ingeniero de la Universidad de Qatar que ha sido el encargado de realizar esta faraónica obra en la que los cañones se reparten por todo el graderío del Khalifa Stadium —el recinto fue terminado en mayo de 2017 y estrenado días después con motivo de la final de la Emir Cup entre los equipos del Al Rayyan y el Al Sadd—, "se trata de un gran microclima, una inmensa burbuja que hará que los atletas puedan competir en las mejores condiciones". "Controlaremos todo: la temperatura, pero también la humedad, para que el ambiente no sea seco. Aquí nadie tendrá dolor de garganta", relata Saud Abdul Ghani, que ha querido remarcar que el sistema que ha desarrollado tendrá un especial cuidado con el césped del estadio.

Una exquisita obra de ingeniería en la que se han invertido varios meses y millones de dólares para su construcción: a algo menos de dos kilómetros del estadio existe un centro de energía con almacenes de agua helada. El líquido es transportado a través de conductos subterráneos y ese agua fría es convertida entonces en gas, en un método que es "un 40 por ciento más ecológico", según señala Saud Abdul Ghani, que apunta que con este sistema "siempre habrá entre 24 y 26 grados" en el estadio.

Sin embargo, "el gran problema lo tendrán los atletas que compitan en las pruebas de maratón y marcha", como apuntan a Libertad Digital desde la revista especializada en atletismo Runner's World España, pues obviamente no podrán beneficiarse de este cooling system. Para tratar de paliar los efectos del calor y la humedad en Doha, los organizadores han puesto en marcha una serie de medidas con el fin de velar por la salud de los atletas. Además de poner las pruebas de maratón y marcha en horarios nocturnos, con el fin de que las temperaturas sean lo más bajas posibles, los organizadores han desplegado un dispositivo médico sin precedentes para velar por la salud de los deportistas: once puestos de atención en el Khalifa Stadium y alrededores, 19 clínicas en toda la ciudad de Doha y un millar de personas movilizadas bajo la dirección del doctor español Juan Manuel Alonso, natural de Córdoba y residente en Doha, que está considerado como uno de los mayores expertos del mundo en medicina deportiva.

Una píldora electrónica para protegerse del calor

En la Avenida Corniche de Doha, donde se celebrarán las pruebas de maratón y marcha, a orillas del Golfo Pérsico, están "especialmente preparados, tanto en personal como en medios y protocolos, para tratar situaciones graves de enfermedades relacionadas con el calor (...) Tendremos capacidad para realizar mediciones de temperatura central e inmersión en agua fría con temperatura controlada, como manejo inmediato del golpe de calor y una Unidad de Cuidados Intensivos en la clínica de meta que es una especie de Hospital de Campaña", explica el doctor Alonso, que reside desde el año 2013 en la capital de Qatar, donde dirige el departamento de medicina deportiva de la clínica Aspetar. Este espectacular dispositivo trabajará en coordinación con el Ministerio de Sanidad, el Servicio de Ambulancias y la Luna Roja, la Agencia Meteorológica y el Ministerio de Medio Ambiente para obtener datos fiables de meteorología y polución de la ciudad, según señala el galeno.

Pero no sólo eso, sino que además se han implementado unas píldoras-termómetro intracorporales —son electrónicas y biodegradables, pesan 1,7 gramos y se introducen en el organismo mediante su ingesta—, cuyos datos pueden consultarse mediante el famoso Termómetro de Globo de Bulbo Húmedo (WBGT, por sus siglas en inglés) que los atletas llevarán colgado a sus cuellos.

Esta píldora electrónica ha sido diseñada por Yannis Pitsiladis, un profesor de ciencias del deporte en la Universidad de Brighton que también trabaja en el reto de bajar de las dos horas en la maratón. Su invento ya ha sido probado en otros deportes. "La mayoría de las federaciones deportivas internacionales sólo usan un índice ambiental para determinar el riesgo para la salud de los atletas. Podremos utilizar la respuesta termorreguladora para proteger la salud de los atletas, e incluso de los oficiales y espectadores", explica Pitsiladis, cuyo equipo estará en Doha para monitorizar el ensayo trabajando también con los datos de las estaciones meteorológicas y los satélites.

"Tendremos capacidad para controlar la temperatura de los deportistas", afirma, por su parte, el doctor Alonso, antiguo jefe de los servicios médicos de la Federación Española de Atletismo (RFEA), que trabajará en este espectacular dispositivo junto con otros reconocidos profesionales como son los directores médicos del Maratón de Boston, la directora médica de los Juegos Mediterráneos de Almería 2005 —la cardióloga española María del Carmen Adamuz— y el director médico de las carreras de ultradistancia Dos Océanos y el Ironman de Sudáfrica.

Bandera negra a los 28 grados

El asunto de la temperatura es vital para las pruebas de marcha y maratón. "Se han hecho muchos test de sudoración para saber cómo asume el esfuerzo cada atleta. La forma más conveniente para bajar la temperatura es con agua y con hielo, así que tendremos que afinar todo lo posible", dice el vigués Santi Pérez, responsable de las pruebas de marcha de la Federación Española de Atletismo, que apunta como clave cumplir a rajatabla todos los avituallamientos y no perder ni una sola botella. Así, entre otras medidas, los comisarios médicos que controlarán las carreras podrán consultar a los marchadores y maratonianos, en plena prueba, si están en condiciones de poder seguir.

En este sentido, cuando el WBGT marque los 28 grados de temperatura ambiental, los comisarios podrán levantar una bandera negra con la que aconsejarán posponer o cancelar la carrera, según se establece en el código de la Federación Internacional (IAAF). En todo caso será una simple recomendación, pues la última palabra siempre la tendrá el director de cada competición.

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Así luce el 'skyline' de Doha por la noche. | Cordon Press

El WBGT no es un termómetro al uso, sino que se trata de un aparato que marca un índice térmico combinando temperatura, humedad ambiental y velocidad del viento en ausencia de radiación solar. Si alcanza el nivel de los 28 grados el protocolo exige mostrar la bandera negra que recomienda cancelar la prueba, pero la decisión corresponde al director de competición, no a los médicos.

"Será un reto disputar una maratón en estas condiciones. Más allá de la temperatura y de la humedad, la sensación es que, cuando sales a la calle, con estos contrastes tan tremendos que hay aquí en Doha, es que el cuerpo te arde", apunta el presidente de la Federación Española de Atletismo, Raúl Chapado, en declaraciones a El Primer Palo, el programa deportivo nocturno de esRadio.

Un horno-nevera para los marchadores y maratonianos

Para minimizar riesgos los atletas han participado en planes de aclimatación, realizando entrenamientos intensos en condiciones de calor y alta humedad. Algunos lo han hecho en la propia Doha, otros en Japón, que el año próximo acogerá los Juegos Olímpicos en parecidas —o incluso peores— condiciones climáticas; otros en zonas especialmente cálidas y húmedas de sus propios países. Algunos españoles, por último, han trabajado con la cámara simuladora de condiciones extremas que hay en el Centro de Instrucción de Medicina Aeroespacial (CIMA), dependiente del Ejército del Aire y situado en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid). Se trata de la Thermotron, la cámara climática del CIMA. Una especie de congelador y horno al mismo tiempo que es capaz de ponerse a temperaturas mínimas de 67 grados centígrados y a máximas de 90º.

A principios de junio pasado, durante su visita a este Centro, la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, y Raúl Chapado tuvieron la oportunidad de ver en directo un entrenamiento de los marchadores Jesús Ángel García Bragado y José Ignacio Díaz. "El golpe de calor es brutal, parece que entras en una sauna. No recuerdo haber marchado en ningún lugar del mundo con estas condiciones tan extremas. He competido en muchos lugares y nunca he estado en un lugar con condiciones tan extremas", dijo el incombustible Chuso García Bragado, que el próximo mes de octubre cumplirá 50 años. "Mi primera sensación al marchar durante media hora fue de quemazón en el pecho y por el estómago, así que vi que tenía que ralentizar la marcha", apuntó, por su parte, José Ignacio Díaz.

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Josu Gómez (i), junto a los atletas y responsables del Ejército del Aire que han preparado a los marchadores y maratonianos. | Twitter: @CCAFyD_UCJC

Ambos se acababan de enfrentar a su segunda sesión en la Thermotron, a 40 grados de temperatura y a una humedad del 40 por ciento que les iría aumentando a lo largo de la semana. Fue sólo el principio de una serie de sesiones infernales en una máquina que también es capaz de cambiar la humedad del aire y que puede reproducir cualquier clima del planeta, pero también con un hándicap importante, pues dentro no hay viento. Todos los datos de estas sesiones eran registrados por el CIMA para que los atletas pudieran adaptar todas las condiciones de su viaje a Doha, como la fecha de llegada a Qatar, la vestimenta, la hidratación o el avituallamiento.

Los médicos del Centro de Instrucción de Medicina Aeroespacial obtuvieron igualmente muestras diarias de sangre y orina de los atletas con el fin de poder analizar de forma exhaustiva la respuesta del cuerpo a las altas temperaturas, según explicó en su día el coordinador del proyecto y fisiólogo de la RFEA, Josu Gómez.

Sin Bolt, Van Niekerk, Semenya...

Estos Mundiales de Doha serán los primeros sin Usain Bolt. Pero la ausencia del hombre más rápido del planeta, de 33 años, no es la única significativa en la capital qatarí, donde tampoco competirán otras estrellas del tartán como los sudafricanos Wayde van Niekerk o Caster Semenya, el británico Mo Farah, el keniano Eliud Kipchoge, el francés Renaud Lavillenie o la rusa Anna Chícherova, ésta tras prohibirle la IAAF que pudiera competir como neutral ante la sanción a Rusia, debido a investigación abierta contra ella y otros doce atletas rusos en el marco de la revisión de las pruebas antidopaje del laboratorio de Moscú.

De esta forma, estos Mundiales en Qatar darán paso a nuevas estrellas del atletismo mundial (consulte la galería de imágenes publicada en Libertad Digital), quizá menos conocido para el gran público general, como son los velocistas Noah Lyles, Chris Coleman, Divine Oduduru y Elaine Thompson, los saltadores Yulimar Rojas, Juan Miguel Echevarría, Armand Duplantis y Mutaz Barshim o el mediofondista Jakob Ingebritsen, entre otros.

Con Bolt ausente, un ramillete de atletas peleará por el trono de los 100 metros lisos que el jamaicano obtuvo hasta en cuatro ocasiones. Justin Gatlin, que defiende el título conquistado hace dos años en Londres, tendrá como grandes rivales a Christian Coleman, el hombre más veloz del mundo los dos últimos años y líder de la presente temporada en 100 metros (9.81), que está llamado a erigirse en nuevo rey del esprint; y el joven nigeriano Divine Oduduru, segundo del ranking con un registro de 9.86.

La carrera de 200 metros tendrá un solo favorito, el antiguo gimnasta estadounidense Noah Lyles, capaz de elevar sus rodillas por encima de la cabeza de Gatlin (que mide 1,85) en sus saltos acrobáticos de calentamiento, momentos antes de apostarse en los tacos de salida. Encabeza el ranking del año con 19.50 y cualquier resultado que no sea su triunfo será considerado una gran sorpresa: tanta es la distancia que le separa del segundo en la lista, otra vez Oduduru (19.73).

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Christian Coleman (d) y Noah Lyles (2i), dos de los mejores velocistas mundiales del momento. | Cordon Press

El estrellato femenino también está en juego y se dirimirá, principalmente, en un duelo espectacular sobre el foso de triple salto. La venezolana Yulimar Rojas, defensora del título, se enfrenta a la mejor atleta mundial del año 2018, la colombiana Caterine Ibargüen, campeona olímpica, en presencia de la titular europea bajo techo, la española Ana Peleteiro, y de la jamaicana Shanieka Ricketts, que llega con la segunda mejor marca entre las 29 contendientes (14.93).

El 6 de septiembre pasado, en la localidad española de Andújar, Yulimar Rojas se encaramó, con 23 años, al segundo lugar del ranking de todos los tiempos con un vuelo de 15,41 metros. Sólo la ucraniana Inessa Kravets, plusmarquista mundial, la precede con 15,50. Si revalida el título, la discípula del cubano Iván Pedroso emulará a Ibarguen, la cubana Yargelis Savigne y la rusa Tatyana Lebedeva como doble campeona mundial de triple. Rojas ha ganado este año seis de sus ocho competiciones al aire libre, pero ha perdido frente a Ibargüen, que alterna el triple con la longitud, y contra Ricketts en la final de la Diamond League.

El memorial de ausencias lo encabeza la androgénica sudafricana Caster Semenya, que ha preferido renunciar a la defensa de su corona de 800 antes que someterse a medicación para reducir a 5 nanomolos por litro de sangre que exigen las nuevas normas de la IAAF si quiere competir en categoría femenina en carreras que van desde los 400 metros hasta la milla. Tampoco estará el mejor corredor de maratón de la historia, el keniano Eliud Kipchoge (plusmarquista mundial con 2h01:39), que sólo una semana después de estos campeonatos, en Viena, realizará su segundo asalto al muro de las dos horas en el proyecto Ineos.

Doha 2019 será, en cualquier caso, un Mundial atípico, engendrado entre sospechas de corrupción en el entorno del anterior presidente de la IAAF, el senegalés Lamine Diack; amenazado por la bandera negra y en un año preolímpico en el que, como es tradicional, algunos atletas prefieren tomárselo con calma antes de la gran cita y el incomparable escaparate mundial que supone para ellos unos Juegos Olímpicos, en este caso los de Tokio 2020.

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