La pancarta que marca el último kilómetro de la etapa se cayó al paso del pelotón de favoritos en la séptima etapa del Tour de Francia, que rodaban a más de cinco minutos del vencedor, el británico Stephen Cummings.
El arco, que se sostiene con una plataforma hinchable, se desinfló cuando pasaba el británico del Orica Adam Yates, que sufrió una herida en la cara, y que había atacado en esa parte final.
Según el director del Tour, Christian Prudhomme, un espectador arrancó de forma involuntaria uno de los motores que inyectan aire en la pancarta, lo que provocó que ésta se viniera abajo, sin que el personal que la vigila tuviera tiempo de restablecerla. "Ha sido un incidente lamentable, en el futuro pondremos más personal en esa pancarta para evitar que se reproduzca", indicó.
Yates tenía como objetivo distanciar al francés Julian Alaphilippe y arrebatarle el maillot blanco de líder de la clasificación de los jóvenes, del que apenas le separaban 6 segundos. En ese momento, todo el pelotón quedó cortado y los ciclistas trataban de pasar a duras penas.
El director de la carrera, Thierry Gouvernou, aseguró que los jueces están estudiando las diferencias de tiempo que había a falta de 3 kilómetros para la meta, pese a que al ser una etapa de montaña no se aplicaba esa regla. El principal damnificado del accidente fue Yates, a quien tuvieron que dar tres puntos de sutura en el mentón. Sin embargo, el británico llevará mañana el maillot blanco, según decidieron los miembros del jurado, con un segundo de ventaja sobre Alaphilippe, que lo llevaba desde la segunda etapa en Cherburgo.
Prudhomme señaló que tanto el equipo Orica como el Etixx de Alaphilippe aceptaron esa decisión sin problemas. "Hay que adaptarse a lo que ha pasado y agradezco la buena voluntad de todos", dijo el director del Tour.
A través de la red social Twitter, Yates también envió un mensaje positivo a los organizadores, aunque en el relato de lo sucedido había sido más duro. "No he tenido el tiempo de reaccionar, se me ha caído encima la pancarta en el tramo final de la jornada. La carrera es así", aseguró el ciclista del Orica.
Yates lideraba el grupo de los favoritos cuando sucedió el incidente que dará una de las imágenes inéditas del Tour de Francia. "Todo ha pasado en un segundo, el arco se ha hundido, la barrera ha caído y no he tenido tiempo de frenar. Demasiado poco ha pasado, podía haber sido mucho peor con un pelotón a 70 por hora", señaló el corredor.
No es la primera vez que sucede un incidente parecido, que ya tuvo lugar en la Vuelta a Suiza de 2013. Pero en el Tour de Francia no se recuerda ningún caso similar, menos aún con la emblemática pancarta del último kilómetro.
El Tour vivió un incidente parecido en 2013, cuando el autobús del equipo Orica se quedó atascado bajo la línea de meta de Bastia. El incidente provocó tensión en el pelotón, que se acercaba a la llegada sin que el accidente fuera reparado, lo que provocó una caída y que algunos de los favoritos quedaran cortados. En el caso de hoy, los comisarios revisarán el tiempo de la general y, salvo Yates, no tuvo más influencia en la carrera.
Algunos ciclistas, como el español Alberto Contador, incluso dijo que le vino bien para hacer el último tramo sin problemas.