Cuando no hay nada que decir, sólo felicitar a un grupo de rivales que han hecho historia en el balonmano. Es mejor quedarse así. El señorío en el deporte también incluye esto. Bajar la cabeza, entregar el balón al rival con 20 segundos por jugar, como hizo Raúl Entrerríos en la última jugada de la pesadilla de partido vivida ante Francia. La mejor generación que ha conocido nunca este deporte, con algunos retoques, ha vencido a una voluntariosa España. Pero sólo eso. Los Hispanos no saltaron el listón, no pasaron la línea que permite llegar a la historia. Se quedan en semifinales y ceden la corona conseguida hace dos años en Barcelona. Ahora toca pelear por el bronce.
Hubo un momento en que el que soñó España, a un gol de Francia y posesión. Hasta tres veces sucedió eso con el 18-19, pero no pudo empatar. Otras tres sucedió con dos goles abajo, pero no se pudo acercar. Las 21 paradas de un portento de portero como es Thierry Omeyer les descentraron. Francia está en la final a pesar de marcar ocho goles en la segunda parte. España no supo aprovecharlo.
El partido venía torcido desde el comienzo. La defensa gala se impuso y consiguió las primeras ventajas. El 12-7 fue la máxima ventaja. Se acercó España a base de garra y de juego por los extremos. Goles de Albert Rocas y de Víctor Tomas para acercar a la selección de Manolo Cadenas a uno. Unas cuantas malas decisiones llevaron a España a la ventaja de cuatro para los galos antes del parón (14-18).
No encontraron nunca los Hispanos a Joan Cañellas, Aginagalde -hundido en la defensa rival-, a Guardiola, a Valero Rivera. No estuvieron tan finos, estando muy bien, ni Sierra ni Pérez de Vargas. Francia atacaba con golpes mortales. Narcisse, Sorhaindo, Nikola Karabatic, un portento físico, un perro viejo, desquiciando a los nuestros. También lo hizo Omeyer, histriónico hasta decir basta, pero un portero de leyenda.
La campeona olímpica y actual subcampeona europea tiene una selección extraordinaria. Son físicamente mejores y eso lo sabía Cadenas antes del partido. La última vez que España ganó a Francia fue en el Europeo 2012. Ya en los Juegos Olímpicos y en el pasado Europeo fueron los bleus quienes se llevaron el premio. Este viernes también.
La selección española luchará con Polonia el domingo en el partido por el bronce, que no es poco. Ese metal se lo ha traído la selección en los últimos dos Europeos y en el Mundial de 2011, trayéndose el oro en el 2013. Es una generación buena, pero este campeonato nos ha llevado por el camino equivocado. Dinamarca fue una tortura, Francia ha sido la sentencia. Eso sí, la cabeza bien alta.