Seis grandes vueltas adornan el palmarés de Alberto Contador. Un ciclista único que se desenvuelve en las carreras de tres semanas como pez en el agua, que sabe como manejar las diferencias para acabar coronándose como campeón, ya sea en Madrid o, como este año, en Santiago de Compostela.
Cien por cien de victorias cada vez que se ha presentado en la línea de salida de la Vuelta a España. En tres ocasiones ha acudido a la carrera de casa, y en las tres ha terminado en lo más alto del podio. En total, suma 25 días como líder -incluyendo los 11 de esta edición-, en las que ha ganado 5 etapas -en esta ocasión, imponiéndose en las dos etapas reinas, en La Farrapona y en Ancares- para acabar ganando la Vuelta e a España en tres ocasiones. En las tres en las que ha participado.
Un palmarés envidiable, único, sólo al alcance de otros como el suizo Tony Rominger (ganador en los años 92, 93 y 94, cuando se disputaba en Mayo) y Roberto Heras, que tiene cuatro en total (después de que el Supremo le devolviera la edición de 2005 que le habían quitado en un principio por positivo, aunque la organización sigue considerando al ruso Menchov como ganador de la Vuelta de aquel año). Ahora, en ese club de tres o más Vuelta a España ya entra Alberto Contador.
A esa tres vueltas, hay que sumar los dos Tour de Francia y el Giro de Italia que ya conquistó -más el Giro y el Tour que ganó en la carretera pero perdió por su positivo por clembuterol-.
Llegó renqueante tras una caída
Su clase le ha permitido ganar esta ronda a pesar de haber llegado corto de forma. Una caída en la décima etapa del Tour, el pasado 14 de julio, prácticamente le obligaba a decir adiós a la temporada. Sufrió una fisura en la meseta tibial. Tras esa caída, él mismo dijo que se descartaba para acudir a la salida de la Vuelta a Jerez. Aunque poco después cambió de idea.
"Sé que es una Vuelta a España que me voy a tener que plantear de una manera muy diferente", dijo sólo un mes después de esa caída. En un vídeo a través de su cuenta de twitter anunciaba que sí estaría en la salida de la Vuelta. Su intención era no disputar la carrera, sino ir cogiendo forma, pensando más en la siguiente temporada, con el Tour, como siempre, en el punto de mira.
Pero lo días pasaban, y los rivales -Froome, Valverde, Purito y Quintana, aunque éste luego se tuvo que retirar por caída- le perdonaban la vida. Hasta que en la décima etapa, en la crono de Borja, cogió el maillot rojo de líder. Ya no lo soltaría más. De nuevo, desde que agarra el liderato, como en sus otras cinco grandes victorias, el pinteño acaba en lo más alto.
En el recuerdo, su gran gesta de 2012
Ganador en el 2008, haciendo doblete Giro-Vuelta y ganador en el 2012, justo al volver de su sanción; ahora, en el 2014 (siempre año par), vuelve a imponerse. Y lo hace con dos triunfos de etapa, algo que necesitaba ya que no realizaba su gesto del disparo desde ese 2012, cuando ganó en Fuente Dé, con ese ataque lejano volteando la clasificación.
Pero este año, al igual que en los dos anteriores, llega a la Vuelta, y la gana, de rebote. Porque en el 2008, al que era su equipo entonces, al conjunto Astana, la organización del Tour le vetó y no le dejó participar, con lo que se centró en Giro-Tour. Y ganando.
Cuatro años después, esa sanción por clembuterol sirvió también para que Contador retornara a la competición en su casa. Y lo hizo ganando, aun llegando en un estado que no era el más óptimo tras un tiempo sin correr. Y esta vez ha acudido tras tener que abandonar el Tour por caída.
Así las cosas, Contador ha vuelto a demostrar que como corredor de tres semanas probablemente no haya nadie mejor actualmente. Froome, Nibali y Quintana ya le esperan para el Tour de 2015. Pero una cosa parece quedar claro con el madrileño: cuando sube al podio lo hace para aparecer en lo más alto. 2 Tour, 1 Giro y 3 Vuelta. Seis grandes en total, al alcance de muy pocos.