Alberto Contador, el español más joven en ganar el Tour de Francia con 24 años en 2007, ha recuperado su pegada en carreras por etapas al ganar la Tirreno-Adriático, poniendo fin a una sequía que duraba desde la Vuelta a España 2012.
El ciclista madrileño, que cumplió dos años de suspensión tras su positivo por clembuterol en el Tour 2010, de cuyo triunfo fue desposeído por ese motivo, protagonizó un regreso espectacular en 2012, con victorias en la Vuelta y en la clásica Milán-Turín, pero cerró en blanco la temporada siguiente.
El 5 de septiembre de 2012, por tierras cántabras camino de Fuente Dé, lanzó un ataque largo a 50 kilómetros de la meta y desbancó a Purito Rodríguez. Aquel día derramó lágrimas de emoción y de rabia, dando carpetazo a un capítulo negro en su carrera deportiva. Cuatro días después se coronó vencedor de la Vuelta en Madrid, por delante de Alejandro Valverde y del propio Purito.
Para rematar la temporada, Contador obtuvo en Italia su primera victoria en una clásica, la Milán-Turín, el 26 de septiembre, y despidió el año con un noveno puesto en el Giro de Lombardía.
Sin embargo, los éxitos de Contador en su nueva etapa no tuvieron continuidad en 2013. Una etapa y un cuarto puesto en la general del Tour de San Luis (Argentina) auguraban una campaña prometedora, pero en el Tour de Omán ya tuvo que inclinarse ante Chris Froome. Terminó segundo tras el británico.
Tercero en la Tirreno-Adriático, quinto en la Vuelta al País Vasco, tercero en la clásica de Primavera en San Sebastián y décimo en el Dauphiné. Contador se presentó en el Tour sin victorias y la ronda francesa fue descubriendo sus debilidades. Contador, sin la pegada de sus mejores tiempos en la montaña, terminó cuarto en la Grande Boucle, a 6:27 de Froome. Sólo pudo subir al podio como miembro del Saxo-Tinkoff, ganador por equipos.
Y ahora vuelve a la senda de la victoria con este triunfo en la Tirreno-Adriático. Para el ciclista madrileño era imprescindible un cambio de mentalidad. Su director, Bjarne Riis, observa que "mentalmente es duro regresar" y que Contador, a quien define como "un ganador nato", tuvo que "resetear su enfoque" para introducir algunos cambios en su preparación invernal.
"Acordamos afrontar la situación de una forma diferente este invierno. Trabajó muy duro y ahora Alberto es el que yo sé que puede ser", dijo Riis el pasado domingo pasado tras el segundo triunfo consecutivo de etapa del madrileño en la Tirreno-Adriático, cuando se puso líder en Guardiagrece.
Riis no dio detalles sobre los cambios introducidos en el entrenamiento de Contador, que en enero pasado participó con el resto del equipo en la concentración de Gran Canaria. "No voy a dar detalles, sólo que ha sido un trabajo más estructurado. Nada que no haya hecho antes, pero algo más preciso, trabajando en los aspectos específicos en los que yo quería que trabajara. Lo hizo y durante todo el invierno ha podido ver los resultados. Se siente bien y está feliz", dijo.
Contador ha recuperado en la Tirreno-Adriático la autoridad de otros tiempos y, sobre todo, la confianza en sí mismo con un ataque largo en la quinta etapa que desarboló a sus rivales, entre ellos el colombiano Nairo Quintana, la gran revelación del pasado Tour.
Riis advierte de que su líder todavía no está a tope, pero como responsable del equipo el danés ya se siente lo bastante fuerte para empezar a librar "la batalla que todos soñamos" con la poderosa formación del Sky y su líder Chris Froome. La primera escaramuza será a finales de este mes en la Vuelta a Cataluña, en la que están inscritos los dos grandes candidatos a la victoria en el Tour. Después, Contador irá afinando su puesta a punto en la Vuelta al País Vasco y en la Dauphiné-Libéré, su última carrera antes del Tour.
Alberto Contador conquista por primera vez la Tirreno-Adriático
El madrileño pone fin así a una sequía que duraba un año y medio, desde la Vuelta a España 2012.
En Deportes
0
comentarios
Servicios
- Radarbot
- Libro
- Curso
- Escultura