Tiger Woods vivió este viernes el que probablemente ha sido el minuto más trágico de su carrera profesional. Y lo hizo en su campo preferido, el Augusta National, donde este fin de semana se disputa el Masters de golf. En apenas un minuto, el número 1 del mundo perdió cuatro golpes y parte de sus opciones a recuperar la chaqueta verde. Una mezcla de mala suerte y un error en la interpretación de las reglas, ayudaron a que lo que iba a ser un birdie en el hoyo 15 (4 golpes) se convirtiera en un triple bogey (8 golpes).
Todo comenzó cuando Tiger se disponía a realizar su tercer golpe en el hoyo 15, un par cinco. Era una situación relativamente sencilla, no más de 100 metros lo separaban del objetivo y lo cierto es que Woods realizó un magnífico impacto, en dirección al hoyo. Y fue su precisión la que supuso el principio de su calvario. La pelota impactó en el palo de la bandera y salió despedida hacia el lago. No sólo no tenía putt para birdie, sino que se encontraba con que debía dar su quinto golpe (tras sumar uno de penalidad por ir al agua).
En ese momento, Tiger dropó su bola (la dejó caer como señalan las reglas) y nadie advirtió nada raro. Es más, su siguiente golpe fue bastante preciso y consiguió salvar lo que parecía un aceptable bogey (6 en ese hoyo).
El problema es que, posteriormente, el Comité de Competición decidió sancionarle con dos golpes por poner la bola en juego de manera no reglamentaria. En su opinión, Tiger violó la regla 26-1, al dropar su bola en un lugar incorrecto cuando ésta se fue al agua. Eso sí, al menos el Comité de Competición del Masters de Augusta ha decidido no descalificar al jugador (lo normal en estos casos).
Como decíamos, la bola, tras golpear contra la bandera, se marchó al estanque. El estadounidense estaba pues obligado a volver a jugar su bola, pero lo más cerca posible del lugar donde había 'atacado' previamente el green. Sin embargo, las imágenes de la televisión muestran cómo el jugador, de 37 años, pone en juego su bola unos dos metros por detrás de donde debería haberla jugado. El propio Tiger lo admitió en una entrevista en Sky Sports.
"Volví para intentar jugar la bola desde donde la golpeé y el lugar no era muy bueno. Así que me fui un par de yardas (180 cms.) para atrás y allí ejecuté un nuevo golpe", declaró Tiger tras firmar su tarjeta en la segunda vuelta. La acción es antirreglamentaria y Tiger debería haber firmado su tarjeta con dos golpes de penalidad, lo que no hizo. Por ese motivo, podría haber sido descalificado.
"Entiendo y acepto la penalización de dos golpes", ha declarado Tiger una vez conocida la sanción impuesta por el Comité de Competición del Masters de Augusta. "Yo no sabía que mi dropaje había sido incorrecto antes de firmar mi tarjeta de puntuación", alegó Woods.
Con esta penalización, Tiger pasa del séptimo al decimonoveno puesto, y en vez de 3 abajo figura en la pizarra con uno abajo. Lo que no ha sufrido modificación es el horario de salida, de tal forma que se mantiene el emparejamiento de Tiger con el español Gonzalo Fernández-Castaño.