Ya ha terminado el Seis Naciones de 2013 y el día de hoy servirá para analizar muchas cosas. Algunos recordarán ese placaje que no hicieron o el golpe de castigo del que fueron culpables. Otros rememorarán una noche histórica y un triunfo ante el rival de siempre, un ensayo frente a tu afición que eleva los decibelios por encima de lo permitido o el del silencio absoluto de la parroquia local.
Sin duda uno de los hombres que más debe estar recapacitando por lo sucedido en la última jornada debe ser el capitán de Inglaterra y de los Harlequins, Chris Robshaw. Un escueto comentario en su cuenta de Twitter lo dice todo. "Día difícil en Cardiff el de ayer, bien hecho, Gales. Gracias por todo el apoyo durante el 6 Naciones. Vamos a aprender y seguir adelante. Gracias".
Inglaterra creía que las tenía todas consigo para conseguir un Grand Slam que se le viene resistiendo desde aquel mágico y lejano 2003 cuando consiguieron el Seis Naciones ganando a todos y el mundial de Australia con el icónico drop de Johnny Wilkinson. Los de Stuart Lancaster habían comenzado el torneo con el cartel de favoritos colgado del pecho y con una fiesta en Twickenham arrollando a Escocia (38-18).
El principal candidato al cetro continental no tenía un mal calendario por delante con tres partidos en casa, incluyendo la visita de Francia. Por otro lado, viajarían a Dublín y a Cardiff. A priori parecía que lo más difícil sería la el choque en el Aviva Stadium de la capital irlandesa puesto que los galeses habían tenido una racha bastante mala en sus compromisos internacionales.
En la primera jornada Inglaterra, Irlanda e Italia ganaron sus respectivos partidos contra Escocia, País de Gales y Francia. La victoria de los transalpinos contra sus vecinos franceses en el Estadio Olímpico de Roma (23-18) señaló a los galos como una de las cenicientas por su debilidad y el XV del Dragón y el XV del Trébol dieron un recital de rugby en el Estadio del Milenio. Los locales estuvieron a punto de remontar, por falta de tiempo, un encuentro que se le puso muy cuesta arriba desde muy pronto. El resultado final (22-30) no refleja la dureza de un partido de rugby que dejó en cuadros a ambos equipos para las siguientes jornadas.
A los ingleses les tocaba ahora visitar el futurista estadio construido donde se encontraba el mítico Lansdowne Road, el Aviva Stadium, en la siguiente jornada. El oficio inglés en los golpes de castigo de Owen Farrell aplacó a una Irlanda que era la sombra de su mejor versión (6-12). Las esperanzas y los ánimos de los italianos tras haber tumbado a casa se esfumaron en su partido contra Escocia en Edimburgo. Los escoceses espoleados por su afición y aprovechando la debilidad en defensa de los transalpinos arrollaron a Italia con un vendaval de ensayos (34-10). El choque más aburrido de la jornada lo protagonizaron Francia y País de Gales (6-16). Los galeses sacaron petróleo gracias al ensayo de George North y los golpes de Leigh Halfpenny, hundiendo a Francia en una crisis como las que no había tenido desde la llegada de Italia al torneo.
La tercera jornada marcaba el ecuador de la competición y empezaba a perfilar, si no estaba del todo claro, a País de Gales e Inglaterra como los únicos con posibilidades para ganar el VI Naciones. Inglaterra solventó con maestría el partido contra Francia en Twickenham (23-13) y País de Gales ganó a Italia a domicilio (9-26), otra vez con Halfpenny marcando la diferencia con el pie con un total de 16 puntos entre golpes y conversiones. En Edimburgo, Escocia ganó a Irlanda (12-8), 12 años después, gracias al acierto con el pie del medio melé Greig Laidlaw marcando todos los puntos de su equipo. El debut del apertura irlandés Paddy Jackson, tras la lesión de Jonathan Sexton, se vio oscurecido por la derrota.
Los chicos de Stuart Lancaster acariciaban el Grand Slam tras ganar a Italia en Londres en la penúltima jornada de la competición (18-11) en un partido que acabó con más caras de alivio por no haber sido derrotados que de satisfacción por la victoria. Toby Flood sustituyó a Owen Farrell, que había sufrido una lesión muscular en el partido frente a Francia, y anotó los 18 puntos de su equipo. La imagen del bloque inglés de cara a la batalla de Cardiff de la última jornada estaba en entredicho.
Por su parte País de Gales asaltó el estadio de Murrayfield de Edimburgo en su choque contra Escocia (18-28). Con un duelo de pateadores a la altura del de los francotiradores de Enemigo a las puertas, el zaguero galés Leigh Halfpenny con 23 puntos y el medio melé escocés Greig Laidlaw con 16. En Dublín, Francia e Irlanda empataron (13-13) en un choque que, como venía siendo habitual, iban ganando los irlandeses al descanso. Un ensayo del Nº 8, Louis Picamoles, dio a Francia su primer punto, por el cual eludían la temida cuchara de madera.
En la última jornada todos los ojos estaban puestos en Cardiff. La progresión de País de Gales a lo largo del torneo y la posibilidad de Inglaterra de conseguir el Grand Slam, la Triple Corona y el Seis Naciones auguraban un choque de épicas proporciones entre ambos equipos. Italia doblegó a Irlanda en Roma (22-15), gracias a un imperial Sergio Parisse, y Francia hizo lo propio lavando su imagen ante Escocia en París (23-16). Pero el atractivo principal de la jornada era el enfrentamiento del Estadio del Milenio, una suerte de final entre los dos candidatos, el favorito, Inglaterra y el defensor del título de la pasada edición, País de Gales.
Al XV del Dragón sólo le bastaba ganar por más de 8 puntos o conseguir dos ensayos más que su rival para retener la corona europea pero dio un golpe en la mesa reivindicando un título que muchos querían otorgar a su vecino del Este. La energía, la fuerza y la determinación del cuadro galés le bastaron a los dragones para doblegar a los de San Jorge. Dos ensayos de Alex Cuthbert, cuatro golpes de castigo de Halfpenny y una conversión, un golpe y un drop de Dan Biggar fuero suficiente castigo para los chicos capitaneados por Chris Robshaw.
País de Gales retendrá el título continental un año más. Mientras tanto, como decía Robshaw en su tweet, hay que "aprender y seguir adelante" por lo que los hoy derrotados tienen que reponerse y volver el año que viene a intentar dar caza al dragón.
En febrero de 2014 sabremos si este ha sido el último torneo de grandes nombres como Brian O’Driscoll, Ronan O’Gara, Castrogiovanni o Adam Jones. O quizá veamos un Seis Naciones menos conservador y más dinámico. Hasta entonces este es año de British & Irish Lions, la selección de los mejores jugadores de las islas británicas, que cada cuatro años hacen una gira por alguno de los gigantes del rugby del Hemisferio Sur. Este verano visitarán Australia y esperemos, eso sí, ver a BOD vestido de rojo representando a las isla británicas una vez más antes de colgar las botas.
Clasificación del torneo