Marzo de 2004. Jesús Manzano, despedido seis meses antes por el equipo Kelme, decide tirar de la manta y, en unas explosivas declaraciones al diario As, saca a la luz el dopaje organizado en el ciclismo español. Sus denuncias tuvieron meses después reflejo en las operaciones policiales Puerto y Galgo. En la primera de ellas estuvieron implicados entre otros, el doctor Eufemiano Fuentes, y los corredores Alejandro Valverde, Jan Ullrich e Ivan Basso.
Ahora, nueve años después, y tras la confesión pública de Lance Armstrong de que se dopó buena parte de su carrera deportiva, Manzano vuelve a rajar. Lo hace en los micrófonos de esRadio, en el programa deportivo Tiempo Extra que dirige y presenta Vicente Azpitarte.
El excorredor madrileño, que dice no ser "ni héroe ni villano", vuelve a poner de relieve que el dopaje organizado en el pelotón "se sabía desde hacía tiempo, aunque hay mucha gente que no lo quiere desenmascarar porque vive de ello". "El que está ahí sabe lo que hay y poco a poco van saliendo más casos. Como ahora el de una persona que ha ganado siete Tours", señala en clara referencia a Armstrong.
"¿Armstrong? Hay más"
Respecto al caso concreto del estadounidense, dice que "hay más de lo que ha dicho" en la entrevista con Oprah Winfrey y considera que ha decidido confesar su caso de dopaje, "no por dinero", sino por temor a la Justicia de Estados Unidos. "Allí si hay un fraude, lo pagas; no como en España, que no se hace nada", señala.
"¿Qué pasa, que cuando un corredor da positivo es porque la AMA (Agencia Mundial Antidopaje) o el laboratorio hacen mal el control? Te metes en tal mundo que te crees tu propia mentira", denuncia el exciclista del Kelme, que también pasa a detallar los casos concretos de Alberto Contador y Alejandro Valverde.
Llama "embustero" a Valverde
Del ciclista de Pinto, señala que tuvo que haber algo más porque "con un simple filete no das positivo".
En cuanto al murciano, asegura que es un hipócrita por afirmar que sigue negando todas las evidencias, después de que una de las 18 bolsas de sangre con EPO incautadas por la Guardia Civil en la Operación Puerto correspondiera a Valverde, según señaló en su momento el Comité Olímpico Italiano (CONI). "¿Cómo puedes ser tan falso y tan embustero cuando te han pillado con todas las pruebas?", se pregunta.
Respecto al doctor Eufemiano Fuentes, que llegó a ganar seis millones de euros al año por sus prácticas dopantes, hace extensible sus denuncias sobre dopaje a otros deportes al asegurar que "no sólo llevaba ciclistas, sino también más deportistas". Pero cree que el médico canario "no va a decir la verdad porque vive de ello". "Si se tirara de la manta, le volverían a cazar en el mismo barco", añade.
A diferencia de la opinión generalizada en el pelotón, que cree que ahora se practica un ciclismo más limpio que en años anteriores, Jesús Manzano considera que nada ha cambiado y que "todo sigue igual". Al menos así se lo habría dicho "el director deportivo de un equipo español con licencia Pro Tour", como él mismo ha revelado a los micrófonos de esRadio. En definitiva: o José Luis Arrieta (Movistar) o Álvaro González de Galdeano (Euskaltel). "Que lo diga un director de un equipo Pro Tour... ¡manda pelotas!", afirma.
"No es posible ganar sin doparse"
Al igual que Oprah Winfrey hizo con Armstrong en la entrevista de la semana pasada, Azpitarte también ha pedido a Manzano que respondiera con simples "sí" o "no" a sus preguntas sobre dopaje.
A la pregunta de si es posible que un ciclista no dopado puede ganar una gran vuelta, teniendo que competir con 20 ó 30 corredores que sí han consumido sustancias prohibidas, la respuesta de Manzano es muy clara: "No".
También deja claro el excorredor madrileño en esta especie de cuestionario que hay ciclistas que temen por su vida por "todo lo que se han metido en el cuerpo", como a él mismo le pasó cuando denunció que el Kelme le obligaba a doparse en 2003, y que "es posible limpiar de dopaje el ciclismo", un deporte en el que sigue creyendo.
En lo que no se moja Manzano es cuando se le pregunta si Miguel Induráin recurría al dopaje. "Pasa palabra", se limitaba a decir.