Fuentes policiales de la provincia de Buenos Aires han informado de que Pernía salvó su vida de milagro, al sufrir un accidente de tráfico en una carretera de las cercanías de Rauch, localidad bonaerense distante a 70 kilómetros de su ciudad natal, Tandil. El coche que conducía el lateral del Atlético de Madrid "se salió de su carril, chocó contra una alcantarilla y dio varios tumbos", comentaron los agentes, quienes han agregado que los bomberos lograron sacar al futbolista de entre los hierros retorcidos tras unos 40 minutos de trabajo.
El accidente se produjo el martes a las 19.00 hora local (22.00 gmt), según ha precisado a EFE la hermana menor del jugador, Gianna, que vive en Tandil, quien ha explicado que Pernía "ahora está bien", que "estuvo consciente en todo momento" y que habló con los familiares que le visitaron.
Con él viajaban en el coche su hija Tiziana, de cuatro años, y su sobrino Tadeo, de cinco. Gianna indicó que "la mayor preocupación de Mariano era el estado de los niños, pero se ha quedado tranquilo al enterarse de que están bien".
El vehículo, un Volkswagen Bora alquilado, "quedó destruido, primero por el accidente y después por los cortes que tuvieron que hacer en su carrocería los bomberos para sacar al jugador", añadieron.
Pernía fue llevado a un centro asistencial de Rauch y, tras las primeras curaciones, le trasladaron al hospital municipal Ramón Santamarina tandilense, a unos 350 kilómetros al sur de la capital argentina. Los médicos determinaron que el deportista sufrió traumatismos de cráneo y cuello, la fractura de una clavícula y la quinta vértebra cervical (sin compromiso del canal medular), y un neumotórax en el pulmón izquierdo.
Tras permanecer varias horas en una sala de cuidados intensivos en Tandil, el futbolista fue trasladado este miércoles en avión a la clínica Fleni de Buenos Aires, acompañado por su esposa, Luciana, y su madre, Olga, ha señalado Gianna.