La tensión por el final de la liga turca pudo tener un desenlace fatal. El Fenerbahçe se jugaba la Liga en la última jornada, a la que llegaba con dos puntos de ventaja sobre el Bursapor. Los de Estambul empataron pero no había aparentemente ningún problema porque su rival también empataba contra el Besiktas.
Según cuenta Marca, la alegría del resultado llevó a celebrar el título y los aficionados invadieron el campo. Sin embargo, había un problema. El videomarcador estaba equivocado y el resultado del otro partido no era real por lo que una vez subsanado el error y enterados los hinchas se produjeron gravísimos incidentes.
Lo primero que hicieron fue tomarla con la Policía a la que arrojaron botellas y asientos. Pero después el objetivo fue su propio estadio al que prendieron fuego y donde el fuego se pudo apreciar en grandes sectores del campo. Los bomberos tuvieron que emplearse a fondo para poder apagar las llamas.