Johan Cruyff lo rescató para el fútbol allá por 1982, cuando en vez de disparar a puerta en un penalti, tocó el balón en corto para a su compañero Jesper Olsen, que a su vez le devolvió el balón al boss del Ajax para que anotase el gol. Era el 5-0 de un partido ante el modesto Helmond. Esa manera de actuar ante una pena máxima pasó a denominarse penalti de Cruyff o penalti indirecto, aunque en realidad el inventor de este penalti fue un delantero belga llamado Rik Coppens en 1958.
El Barcelona, tras sufrir de lo lindo durante 60 minutos, ganaba 3-1 a falta de diez para el final este domingo en el partido que disputaba en el Camp Nou ante el Celta. Messi, brazos en jarra, se disponía a aumentar la cuenta con un penalti que él mismo había forzado con una acción de dibujos animados junto a la raya de cal. Justo antes de lanzar, el tiempo se detenía y Messi reinventaba el penalti de Cruyff.
El 10 del Barça, mirando hacía el otro lado, tocó sutilmente el esférico a su derecha para la llegada de Luis Suárez, que batió a un sorprendido Sergio el Gato de Catoira Álvarez. La última ocurrencia de Messi dejó atónitos a todos, y algo dolidos a los jugadores olívicos: "Nos molesta el gol, porque debimos estar más atentos. Es legal, así que no podemos hacer nada", comentó el central argentino del Celta Cabral tras el partido.
¿Se atrevería Messi a lanzar este penalti con 0-0 en el marcador?