La Guardia Civil continúa investigando la trama por el supuesto lavado de dinero del narcotráfico colombiano, a través de eventos deportivos y musicales, con especial atención a los cinco partidos benéficos en los que intervino Leo Messi el año pasado en distintos países americanos.
Según indica el diario El Mundo, dos de los encuentros que más sospechas despiertan son los que disputó el jugador del FC Barcelona en Colombia. En la información se recoge que los promotores pagaron un total de 2,5 millones de euros, que no fueron a parar a ninguna ONG.
"No fue un partido benéfico, fue comercial. Nosotros pagamos a los jugadores unos 5.000 millones de pesos (2,5 millones de dólares) y todo se hizo bancarizado", afirmó Harrison González, promotor del partido disputado en Bogotá en el que, además, no se consiguió el aforo esperado.
Cena en Barcelona
La decepción por la acogida del choque provocó que los promotores renunciaran al partido de Medellín, del que se encargó Guillermo Marín, responsable de la sociedad Imagen Deportiva, que gestiona los partidos benéficos del astro argentino.
Precisamente, a Marín se le relaciona con Andrés Barco, considerado el cabecilla de la trama. Según relata el diario El País, Marín y Barco se habían reunido en un restaurante de Barcelona con el hermano de Messi para cerrar el acuerdo por los partidos benéficos.
Entre los futbolistas que jugaron, Messi invitó a sus compañeros del Barcelona Mascherano, Pinto y Alves. El diario señala que el pasado 29 de noviembre fueron interrogados sobre lo que sabían de los partidos. Messi aseguró que ignoraba si algún familiar suyo se reunió con Barco en Barcelona. El siguiente paso en la investigación por parte de la Guardia Civil será interrogar a Jorge Messi, padre del jugador, cuando regrese de sus vacaciones en Argentina.