La Comisión Europea (CE) abrirá esta semana un expediente sancionador a siete equipos españoles, incluidos el Real Madrid y el FC Barcelona, tal y como adelantó por sorpresa el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo. Tras años recabando información, Bruselas ha concluido que tanto esos dos clubes como Valencia, Athletic de Bilbao, Osasuna, Elche y Hércules podrían haber recibido ayudas de Estado ilegales.
"Nos van a empitonar", bromeó el ministro ante los reporteros, en referencia al departamento de Competencia del Ejecutivo comunitario, dirigido precisamente por el comisario español Joaquín Almunia.
Y es que a ojos de Bruselas, el Barça, el Madrid, el Athletic y Osasuna están disfrutando de ventajas fiscales por no haberse erigido en sociedades anónimas y, por tanto, están distorsionando las normas de competencia comunitarias.
En el caso de los otros equipos, el "pecado" que se les atribuye son los préstamos y avales que dio la Comunidad Valenciana. De confirmarse dichas sanciones, que ninguna fuente está dispuesta todavía a cuantificar, el futuro de estos equipos se presentaría muy difícil.
En cambio, al Real Madrid y Athletic de Bilbao, además de los problemas que presentarían su estatuto legal, también se les está investigando por dos operaciones urbanísticas, la recalificación de los terrenos de la ciudad deportiva del Madrid en Valdebebas y la construcción del nuevo estadio de San Mamés, que han despertado las alarmas en la Comisión Europea.
El Gobierno rechaza de plano las acusaciones de Bruselas y se dispone a "dar la batalla hasta el final", empezando por presentar, antes del plazo de un mes, unas alegaciones que ya tiene preparadas y que demostrarían, según el ministro García Margallo, que "no hay absolutamente nada ilegal" en los clubes españoles, "que también forman parte de la marca España".