El Real Betis y el Rayo Vallecano, hasta este domingo colistas de la clasificación, se han repartido los puntos en un partido para olvidar por su mal juego y que tan solo mantuvo el interés por la incertidumbre del marcador.
El Rayo tuvo una efectividad total, porque en sus dos llegadas al área de los verdiblancos hizo pleno, logrando un punto que se antoja fundamental para sus opciones. El Betis, pese a que no hizo un juego brillante, que compensó con una gran entrega y derroche de ganas, pudo dejar encarrilado el partido en el primer tiempo, ya que tras el gol de Amaya, Jorge Molina, en dos ocasiones, pudo haber puesto demasiada tierra de por medio.
Rubén Castro pudo poner el 2-0, con remate al larguero, pero dos minutos después (m.50) fue Bueno el que, en una serie de indecisiones en el área bética, puso el empate en la primera ocasión clara ante el marco de Sara.
El segundo tiempo de los béticos fue muy impreciso, pleno de desaciertos ante un rival muy mermado de recursos pero con mucho entusiasmo y que nunca perdió la fe en poner obtener un resultado positivo. Su poca entidad -echó en falta sus ausencias- le impidió de un mayor botín.
Rubén castro tuvo las ocasiones que antes no marraba, en los albores del segundo tiempo, aunque ya casi al final Verdú pareció llevar la ilusión a la hinchada verdiblanca con el 2-1, pero resultó un espejismo porque ya en la prolongación el Rayo, con un tanto del propio Bueno, llevó la igualada definitiva al marcador ante la desolación de los béticos.