Cristiano da el triunfo al Madrid ante una gran Real Sociedad

El Real Madrid se está acostumbrando últimamente a que sus partidos duren más de 90 minutos. Pero lo de hoy ya ha sido demasiado. Hubo lío con la portería ya antes del encuentro; finalmente, Casillas volvió a quedarse en el banquillo. Hubo lío, y mucho, durante el partido, porque Adán fue expulsado a los cinco minutos, entrando Iker en su lugar; y la Real a punto estuvo de pescar en río revuelto. Y habrá lío, seguro, en las próximas horas, después de la pitada del Bernabéu a Mourinho y la ovación a Casillas.

Por lo menos, el partido habrá servido para que el Real Madrid regrese al camino de la victoria después de dos choques sin conseguirlo, y para reconciliar, al menos en parte, al equipo con la afición. Porque si bien el juego no fue fue brillante, es obvio que para sumar un triunfo jugando 85 minutos con un jugador menos hay que tener mucha casta. Por no decir otra palabra. Y el Madrid la tuvo.

Decide, cómo no, Cristiano

No parecía que hubiera lugar a tanto sufrimiento cuando comenzó el choque. Porque apenas se llevaba un minuto y medio disputado y Karim Benzema ya había adelantado a los suyos al definir con calidad un preciso envío de Khedira.

Pero a los cinco minutos, el Bernabéu presenció una escena que ni el mejor director de cine hubiera imaginado. Adán cometió un fallo garrafal con el pie, tuvo que salir a lo loco ante Xabi Prieto, cometió penalti, y vio la tarjeta roja. Había 22 jugadores que podían ser expulsados sobre el césped, y ninguno hubiera significado ni una décima parte de lo que significaba esa cartulina. Porque claro, quien salió en su lugar fue Casillas, con la consiguiente ovación del público. Pobre Adán, sin duda quien peor parado sale de todo esta historia.

El Real Madrid afrontaba más de 80 minutos con empate en el marcador, porque Xabi Prieto no perdonó la pena máxima -ya hubiera sido demasiado- y un hombre menos. Empresa complicada. Pero no dejó de luchar. Eso no se lo podrá criticar hoy Mourinho.

Fue precisamente uno de sus mejores guerreros, Sami Khedira, quien volvió a poner por delante a los blancos, al aprovechar un rechazo en el área tras saque de esquina; aunque sólo cinco minutos después de nuevo Xabi Prieto volvía a poner la igualada en el marcador; igualada con la que se llegaría al descanso.

Tras regresar del túnel de vestuarios el Real Madrid vivió sus peores minutos. Se vio a un equipo superado, incapaz de crear jugadas, incapaz de recuperar el balón. Pero a la Real Sociedad le entró el vértigo. Incluso el miedo. Era el momento para lanzarse a por el partido, pero no se atrevió.

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Y claro, entonces apareció el de siempre. Cristiano Ronaldo. Primero, culminando una magistral contra que comenzó con un corte portentoso de Carvalho –quizá el mejor blanco esta tarde-; después, con un disparo de falta marca de la casa que sorprendió a un Claudio Bravo demasiado asustado. El portugués lograba de esta manera su gol número 171 en 171 partidos disputados con la camiseta blanca. Se dice pronto.

Tras ese 4-2 el Madrid controló el choque. Hubo tiempo para que Xabi Prieto lograra otro tanto, pero sólo sirvió para que el donostiarra completara una gran noche. Porque en ningún momento dio sensación de que la Real pudiera empatar. Ya era demasiado tarde. De hecho, fue el Real Madrid quien más cerca estuvo de lograr otro tanto, pero Higuaín, que regresaba a los terrenos de juego, y Ronaldo estrellaron sus disparos contra la madera.

No tuvo que lamentarlo Mourinho. Un postrero empate de la Real Sociedad hubiera sido demasiado incluso para la tarde de cine que se vivió esta tarde en el Bernabéu. Cine, pero de intriga; incluso de terror. Y como suele suceder con ese tipo de películas, se seguirá hablando mucho tras su final. Y eso le encanta al portugués.