Los nuevos rectores del Barcelona, con Sandro Rosell a la cabeza, están escandalizados con la monumental deuda que ha dejado Joan Laporta en el Barça. Rosell denunció el pasado 20 de mayo, semanas antes de acceder a la presidencia, que la deuda del Barça ascendía a 489 millones de euros "más lo que falta por pagar de Chygrynskiy e Ibrahimovic".
Pero un informe de la auditoría Deloitte hecho público justo dos meses después confirmaba los peores augurios: Joan Laporta y Xavier Sala i Martín, anterior tesorero del Barcelona, se marchaban del club dejándolo con una deuda bruta de 552 millones, con unas pérdidas de 77,1 millones de euros en el ejercicio 2009/10, en lugar del beneficio neto de 11,1 millones presentado por la anterior Junta Directiva.
La cifra puede ser todavía mayor. De momento, la prestigiosa firma KPMG está realizando una auditoría interna en el Barcelona para conocer las cuentas reales de la entidad, cuyos resultados se conocerán en las próximas semanas.
Según publica el diario As, Joan Laporta –actualmente es uno de los líderes de la plataforma "Solidaridad Catalana para la Independencia" (SCI) junto a Alfons López Tena y Uriel Bertran– y varios compañeros de su Junta Directiva habrían gastado unos 400.000 en jets privados para realizar viajes representativos en nombre del Barcelona. En concreto, el ex presidente viajó a lugares como Mali, Burkina Fasso, Marruecos, Senegal, Malaudi, India y Ecuador, entre otros, para visitar las sedes de los XICS (Red Internacional de Centros Solidarios). Se trata de un proyecto gestionado desde la Fundación del Barça para ofrecer recursos sociales y educativos a los niños de los países más desfavorecidos del mundo.
Hasta aquí todo en orden. El problema viene al conocer las cantidades que gastaron los ex responsables del Barça en sus visitas y si muchas de ellas fueron estrictamente necesarias. Según desvela As, Laporta y sus entonces compañeros habrían gastado en un solo día más de 170.000 euros entre viajes, hoteles y dietas. Con ese dinero, recuerda el rotativo madrileño, se puede mantener durante todo un año el centro que el XIC tiene en Ouagadougou, la capital de Burkina Fasso.
Quien habría viajado a la mayoría de esos viajes junto a Laporta es su amigo íntimo Alfons Godall, ex vicepresidente primero encargado del Área Social y portavoz de la Junta del FC Barcelona. Godall, a quien Laporta retiró su apoyo en las elecciones por negociar con Ferran Soriano la posibilidad de liderar una candidatura conjunta, también fue noticia a mediados del pasado mes de marzo por unas polémicas declaraciones en las que afirmaba que no le gustaba una Fórmula Uno con "pilotitos madridistas ni periquitos", en clara referencia a Fernando Alonso y Jaime Alguersuari, respectivamente.
Fiestas en Luz de Gas pagadas por el socio
Pero la cosa no queda ahí. El portal e-noticies informa, citando al diario Marca y a partir del estudio de KPMG encargado por la nueva directiva, de que Laporta habría cargado al club diferentes facturas de fiestas en la discoteca barcelonesa Luz de Gas. En concreto, el Barça se habría hecho cargo de una cuenta de 7.000 euros gastados en el local.
Además, la entidad también habría abonado un total de 420.000 euros en joyas y relojes, así como un millón de euros en entradas para la final de la Liga de Campeones 2008/09 contra el Manchester United en Roma, donde los azulgrana conquistaron su tercera Copa de Europa.
El estudio también recoge que el catering del último partido de la liga 2009-2010, contra el Vallodolid, ascendió a 42.000 euros. Finalmente, un contrato de seguridad firmado con una empresa de Uzbekistán costó al club 40.000 euros al mes, mientras que una donación a la Federación Catalana de Futbol (FCF) ascendió a 600.000 euros.
En definitiva, unos despilfarros de Laporta que no hacen más que emborronar los éxitos deportivos que el equipo han conseguido bajo su polémica presidencia.