(Libertad Digital) La imagen, para una conocida marca de mensajería española, en la que los jugadores de la selección española de baloncesto aparecen rasgándose los ojos está dando la vuelta al mundo. El pasado domingo, The Guardian criticaba al combinado nacional y le definía como "irresponsable" por la polémica fotografía: “No hay intención obvia de molestar a sus compañeros olímpicos en Pekín, pero esta fotografía irresponsable puede crear controversia y podría generar acusaciones de racismo”.
“Nadie involucrado en el anuncio parece haberlo considerado inapropiado ni ha contemplado la forma en la que podría ser interpretado en China u otros lugares”, añadía el rotativo británico, que incluso llegó a especular con que la polémica pueda influir a la hora de elegir Madrid como sede olímpica en 2016.
The Guardian fue el primero en hacerse eco del supuesto malestar que los gestos del equipo de Aíto García Reneses podrían causar en los organizadores de la competición olímpica, pero no ha sido el único. En Estados Unidos, The New York Times, The New York Post, Los Angeles Times y numerosos blogs han puesto también el grito en el cielo, especialmente después de que China y España se hayan enfrentado hace escasas horas.
“La normalmente calmada afición china abucheó enérgicamente por momentos a la selección española después de su victoria sobre China”, escribió Pete Thamel, enviado especial de The New York Times al encuentro, saldado con victoria por 75-85 para España en la prórroga. “Se desconoce si esto tiene que ver con la publicación de esas fotografías faltas de sensibilidad (...) en las que aparecen mofándose de los asiáticos”, agregaba. El articulista Harvey Araton, de este mismo periódico, va más allá: "¿Cómo pueden creer los españoles que mofarse de los rasgos físicos de la gente puede ser un gesto de solidaridad y respeto?".
“La normalmente calmada afición china abucheó enérgicamente por momentos a la selección española después de su victoria sobre China”, escribió Pete Thamel, enviado especial de The New York Times al encuentro, saldado con victoria por 75-85 para España en la prórroga. “Se desconoce si esto tiene que ver con la publicación de esas fotografías faltas de sensibilidad (...) en las que aparecen mofándose de los asiáticos”, agregaba. El articulista Harvey Araton, de este mismo periódico, va más allá: "¿Cómo pueden creer los españoles que mofarse de los rasgos físicos de la gente puede ser un gesto de solidaridad y respeto?".
Mientras, Los Angeles Times exige una disculpa a Pau Gasol. "Como una persona que gana millones de dólares en Los Ángeles, en un país y una ciudad con fuerte influencia asiática-americana, él (Gasol) debe actuar mejor", escribe el articulista Bill Plaschke, habitual redactor de Los Angeles Lakers, el equipo donde juega el de Sant Boi.
"Gasol necesita disculparse, y punto, por unirse a sus compañeros olímpicos españoles al usar sus dedos para rasgarse los ojos en una fotografía de promoción de los Juegos de Pekín", añade el periodista. "Gasol necesita disculparse ante todos los asiáticos, particularmente ante aquellos que le han apoyado en EEUU y sobre todo ante quienes le dieron la bienvenida tan gentilmente esta primavera en Los Ángeles", continuaba Plaschke, quien considera "absurdo" que el jugador no considere "ofensivo" el gesto. " Que los españoles actúen de forma racista en la privacidad de su pequeño país ", añade.
Los antecedentes
De paso, The 'Guardian' recordaba el domingo pasados conflictos con españoles de por medio, como cuando futbolistas negros de la selección inglesa fueron abucheados en noviembre de 2004 por el público del Santiago Bernabéu en un partido disputado contra España. Algo parecido ocurrió cuando Lewis Hamilton recibió un trato parecido en el circuito de Montmeló durante unos entrenamientos previos al comienzo del Mundial de Fórmula Uno 2008.
O cuando pillaron a Luis Aragonés, por entonces seleccionador español de fútbol, llamando “negro de mierda” en conversación con el jugador José Antonio Reyes en referencia al francés Thierry Henry, jugador del Barcelona que entonces militaba en el Arsenal.