A pesar de descubrir que Semenya tenía testículos internos, la Federación decidió silenciar los resultados y no decir nada "si no surgía el tema".
De acuerdo con la correspondencia virtual entre el médico de la ASA, Harold Adams, y el presidente del organismo, Leonard Chuene, Semenya se sometió en una clínica de Pretoria a unas pruebas para analizar su sexualidad diez antes del Mundial de Berlín. Adams sugirió hacer estas pruebas por la voz grave, fuerte musculatura y vello facial de Semenya.
Siempre según el diario inglés, el presidente de la ASA conoció los resultados antes del Mundial, pese a que siempre ha negado que no se le hizo ningún test a Semenya antes de viajar a Berlín. El doctor Adams sugirió que los resultados fueran confidenciales hasta que la delegación surafricana llegara a la ciudad alemana y que sólo se harían públicos si "surge el tema", según señaló a Chuene antes de que estallara la polémica.