L D (Antonio Golmar) Sin novedad en los 200 libres masculinos , una de las pruebas más fáciles para Michael Phelps. El norteamericano dominó la carrera de principio a fin y marcó un nuevo récord mundial (1:42:96), superando la anterior mejor marca de todos los tiempos, establecida por él mismo en los mundiales de Melbourne de 2007. Como era de esperar, la plata fue a parar al coreano Taehwan Park , ganador de los 400 libres el primer día, y el bronce al compatriota de Phelps, Peter Vanderkaay . Una hora después, el multimedallista estadounidense se clasificaba sin dificultad para la final de los 200 mariposa ganando su semifinal.
Pese a haber mejorado su récord mundial en las semifinales, Kristy Coventry de Zimbabue tuvo que resignarse al segundo puesto en los 100 metros braza , una de las especialidades más abiertas de los Juegos y que, sin embargo, se resolvió desde los primeros metros a favor de la norteamericana Natalia Coughlin , una de las nadadoras más disciplinadas del circuito internacional y que ha sabido compensar algunas carencias físicas a base de arduos entrenamientos y un tesón admirable. Deportistas como Phelps nacen, pero otros también se hacen. En tercer lugar otra estadounidense, Margaret Hoelzer . Las tres medallistas cumplen 16 años en 2008, así que es muy probable que todas ellas coincidan en los próximos mundiales, que se celebrarán en Roma en 2009.
En la que ha sido una gran jornada para el equipo olímpico de los EE.UU., Aaron Peirsol batió su propio récord mundial en los 100 metros espalda estableciendo una marca de 52:54. Tras el, su paisano Matt Grevers , el mejor clasificado en las semifinales, y el ruso Arkadi Vyatchanin , cuyo meritorio tercer lugar contrasta con el fracaso de su compatriota Yuliya Efimova en los 100 braza . La australiana Leisel Jones cumplió los pronósticos y se alzó con el triunfo tras rozar el récord mundial durante buena parte de la prueba. La norteamericana Rebecca Soni y la austriaca Mirna Jukic completaron el medallero de esta tercera mañana de finales de natación olímpica, que hasta ahora ha tenido dos protagonistas indiscutibles: los excelentes registros de los ganadores de todas las finales y la carrera hacia el filo de lo imposible de Michael Phelps. En los próximos días, este nadador anunciará qué nuevas pruebas comenzará a entrenar para la próxima temporada y a cuáles dirá adiós, al menos en los próximos 12 meses. Por el momento, sus fans cruzan apuestas en internet y mantienen encendidos debates acerca de las preferencias de su ídolo.
Candidatos presidenciales demócratas aparte, Michael Phelps es uno de los norteamericanos más retratados en las portadas de las principales revistas norteamericanas en los últimos años, desde el semanario de información general Time , donde aparecía cubierto por un vistoso maquillaje corporal color oro viejo, hasta la modernísima y elitista Communication Arts , pasando por la popular Boy’s Life y el magazine dominical de The New York Times . Para más información sobre este nadador, visiten su página web oficial en inglés y chino , que incluye una dirección de contacto y varios DVD de entrenamientos protagonizados por la estrella de la natación. Sólo falta que los comercios españoles se dignen poner a disposición de los consumidores reproductores multiregionales, como en el resto de los países civilizados donde uno compra lo que quiere , no lo que ordenan la SGAE y sus cómplices de la industria audiovisual.
Pese a haber mejorado su récord mundial en las semifinales, Kristy Coventry de Zimbabue tuvo que resignarse al segundo puesto en los 100 metros braza , una de las especialidades más abiertas de los Juegos y que, sin embargo, se resolvió desde los primeros metros a favor de la norteamericana Natalia Coughlin , una de las nadadoras más disciplinadas del circuito internacional y que ha sabido compensar algunas carencias físicas a base de arduos entrenamientos y un tesón admirable. Deportistas como Phelps nacen, pero otros también se hacen. En tercer lugar otra estadounidense, Margaret Hoelzer . Las tres medallistas cumplen 16 años en 2008, así que es muy probable que todas ellas coincidan en los próximos mundiales, que se celebrarán en Roma en 2009.
En la que ha sido una gran jornada para el equipo olímpico de los EE.UU., Aaron Peirsol batió su propio récord mundial en los 100 metros espalda estableciendo una marca de 52:54. Tras el, su paisano Matt Grevers , el mejor clasificado en las semifinales, y el ruso Arkadi Vyatchanin , cuyo meritorio tercer lugar contrasta con el fracaso de su compatriota Yuliya Efimova en los 100 braza . La australiana Leisel Jones cumplió los pronósticos y se alzó con el triunfo tras rozar el récord mundial durante buena parte de la prueba. La norteamericana Rebecca Soni y la austriaca Mirna Jukic completaron el medallero de esta tercera mañana de finales de natación olímpica, que hasta ahora ha tenido dos protagonistas indiscutibles: los excelentes registros de los ganadores de todas las finales y la carrera hacia el filo de lo imposible de Michael Phelps. En los próximos días, este nadador anunciará qué nuevas pruebas comenzará a entrenar para la próxima temporada y a cuáles dirá adiós, al menos en los próximos 12 meses. Por el momento, sus fans cruzan apuestas en internet y mantienen encendidos debates acerca de las preferencias de su ídolo.
Candidatos presidenciales demócratas aparte, Michael Phelps es uno de los norteamericanos más retratados en las portadas de las principales revistas norteamericanas en los últimos años, desde el semanario de información general Time , donde aparecía cubierto por un vistoso maquillaje corporal color oro viejo, hasta la modernísima y elitista Communication Arts , pasando por la popular Boy’s Life y el magazine dominical de The New York Times . Para más información sobre este nadador, visiten su página web oficial en inglés y chino , que incluye una dirección de contacto y varios DVD de entrenamientos protagonizados por la estrella de la natación. Sólo falta que los comercios españoles se dignen poner a disposición de los consumidores reproductores multiregionales, como en el resto de los países civilizados donde uno compra lo que quiere , no lo que ordenan la SGAE y sus cómplices de la industria audiovisual.