Arda Turan ya ha dejado atrás su paso por el Atlético de Madrid y sólo piensa en su nuevo equipo, el Barcelona. Como profesional del fútbol que es, el turco tomó la decisión libre, personal y respetable de abandonar el Vicente Calderón para irse al Camp Nou, pero la afición del Atlético no le perdona, sobre todo, las formas.
En la ciudad Condal, Arda se enfrentará a sus excompañeros por primera vez desde que dejó el conjunto de Simeone. La sanción de la FIFA al club azulgrana le impidió jugar en el Calderón en la primera vuelta, pero no ocurrirá lo mismo en la segunda.
Por suerte para Arda, su primera experiencia contra el Atlético no será en Madrid donde seguramente sería recibido con pitos y no con aplausos.
Todo se originó con las declaraciones de Arda cuando todavía vestía de rojiblanco: "Aunque Real Madrid y Barcelona son dos equipos muy poderosos en el mundo, si uno quiere al Atlético lo hace para siempre. Eso significa sentir estos colores". Estas palabras y el beso al escudo del Barcelona en su presentación rompieron la relación de amor que existía entre la hinchada colchonera y su exjugador.
Después de todo aquello, el Calderón ha pasado de adorar a Arda a llamarle traidor. El futbolista azulgrana estuvo en la ribera del Manzanares en el choque de Champions entre Atlético y Galatasaray, sus dos ex, e intentó pasar totalmente desapercibido para no recibir las iras de la afición local. Sólo una foto de Filipe Luis con él en Instagram y el tuit del club dándole la bienvenida destaparon su visita.
¡Bienvenido al Calderón, Arda! Esta siempre será tu casa. #AúpaAtleti #AtletiGalatasaray https://t.co/6g3SlrIUtV pic.twitter.com/2Jdg1q1Pxy
— Atlético de Madrid (@Atleti) noviembre 25, 2015
La plantilla del Atlético recibió con los brazos abiertos a su antiguo '10', pero no lo hizo así la afición que mostró en Twitter su rechazo al regreso del otomano.
Desde que se fue, Arda tampoco ha querido entrar en polémicas y no se ha pronunciado nunca acerca de un sentimiento rojiblanco que en su día dijo tener. En el Camp Nou, Turan será apoyado por su público y, por el momento, no escuchará los pitos del Calderón, pero su falta de tacto en su marcha, sus informes al Galatasaray sobre cómo juega el Atlético y la ausencia de comentarios favorables al equipo rojiblanco no pasan desapercibidos en Madrid.