Carlos Tévez fue uno de los grandes protagonistas del partido de semifinales que ayer noche se disputó en Turín, entre la Juventus y el Real Madrid. El delantero argentino anotó el segundo tanto de los suyos, y fue siempre un peligro para la zaga madridista.
Sin embargo, en los últimos minutos, quizá para darle descanso o, más probablemente, para buscar algo más de frescura en los contragolpes, su entrenador, Massimiliano Allegri, decidió sustituirle por Roberto Pereyra.
Y eso no sentó nada bien al Apache quien, según recoge hoy la prensa argentina y la prensa italiana, habría llamado 'cagón' y 'puto' a su entrenador. Es complicado de comprobar, obviamente, aunque de lo que no cabe duda es de que el delantero argentino se marchó muy contrariado del terreno de juego, apenas quiso saludar a Allegri, y se sentó en el banquillo jurando en arameo.
No hay duda del talento de Tévez, así como de su carácter, que le ha llevado a jugar en varios de los mejores clubes de Europa. El delantero debía pensar que su equipo podía buscar con él el 3 a 1 casi definitivo, y no recibió de buen gusto que su entrenador decidiera fortalecer un poco más el centro del campo.