Karim Benzema, Gareth Bale y Cristiano Ronaldo forman posiblemente la mejor delantera del mundo. Los tres jugadores son conscientes que sólo dejando el individualismo de lado, podrán hacer funcionar al Real Madrid. El primero que asumió ese papel fue Benzema, el gran asistente de los otros dos. A Cristiano le costó algo más pero desde hace tiempo, ha comprendido que debe asistir más con la llegada de Bale, pero es precisamente el galés quien todavía no ha entendido que en el Madrid es uno más, y no una estrella para la que el resto trabaja como le pasaba en el Tottenham
Como ya adelantamos en Fútbol Es Radio, después de la derrota del Real Madrid en Mestalla, hubo cierto malestar en la plantilla por la jugada egoísta y a la postre decisiva de Bale. Una vez terminado el partido, aún coleaba la acción en el vestuario del Madrid. Muchos seguían comentando esa acción, decían que el futbolista de Cardiff no quiso mirar hacia la izquierda y que fue decisivo en el partido porque el Madrid pasó del posible 1-2 a estar por debajo en el marcador en apenas seis minutos.
Los que más se enfadaron fueron sus dos aliados en ataque, Benzema y Ronaldo. Fueron constantes los gestos de los dos jugadores tras el falló del galés. El portugués le buscaba con la mirada, movía los brazos recordando la acción y Benzema, que no suele quejarse de nadie, todavía comentaba el egoísmo de Bale tras el 2-1 de Otamendi. "Si hubiera pasado", le recordaba a Ronaldo.
Ancelotti también se molestó
También se molestó especialmente Carlo Ancelotti. El entrenador, normalmente muy tranquilo, no pudo contenerse en el banquillo y al final acabó sustituyéndole. Su banquillo en Mestalla ha sido el más prematuro de los seis que ha vivido esta temporada. Bale era consciente de su error. No quiso mirar a sus compañeros en el campo y tampoco al banquillo cuando se marchó sustituido.
El fallo de Bale no va a ir a más. Ancelotti confía en él y lo más probables es que sea titular ante el Atlético de Madrid en la Copa del Rey. Tampoco provocará una desunión en la BBC. El Real Madrid ahora mismo es una piña y esta acción no va a cambiarlo.
Lo que sí es cierto es que no es la primera vez que Bale busca el éxito individual tan descaradamente. La acción más sonada se produjo en Sevilla, cuando Ronaldo se quejó al banquillo porque el galés no le dejaba tirar una falta. También pasó algo similar a lo sucedido en Mestalla, ante el Borussia Dortmund, Almería o Rayo Vallecano, por citar algunos ejemplos.
También está el caso de Dani Carvajal. El lateral sube la banda constantemente para doblar a Bale y generar más oportunidades en ataque, pero el galés le pasa el balón en pocas ocasiones. Bale es así y con él han ganado cuatro títulos. Si no se reproducen sus episodios de egoísmo más a menudo, la cosa no pasará a mayores.