En el Real Madrid lo tienen claro. Mesut Özil se marchó del club por el hambre económico de su padre. Su insistencia en renovar el contrato del jugador y cobrar una prima, provocó el traspaso al Arsenal. Operación que a la larga ha sido beneficiosa para el Real Madrid y negativa para la familia Özil. Padre e hijo se han demandado por motivos económicos que derivan de ese traspaso del jugador a la liga inglesa.
Mustafa Özil fue despedido en octubre de 2013 por su propio hijo. Hasta esa fecha, ejercía de representante de Mesut y era el director de marketing de la empresa encargada de explotar los derechos publicitarios del jugador. Özil le despidió ante una importante disminución de los ingresos.
Meses después, Mustafa denunció a Özil. Alegaba que le adeudaba 630.000 euros en concepto de comisiones por contratos publicitarios. Su hijo le respondió con otra demanda. Le solicitó que devolviera un millón de euros que el jugador le prestó y un coche de la empresa que utilizaba.
Finalmente padre e hijo han llegado a un acuerdo extrajudicial en la disputa civil para no verse enfrentados en un juicio. La cantidad económica del acuerdo privado no ha sido desvelada.
El agente de Mesut Özil sigue siendo un familiar. Ahora es su hermano Mutlu. El jugador no levanta cabeza desde su marcha del Madrid. No gana títulos con el Arsenal, es cuestionado por la prensa y afición, y dicen que "no hay día que Mesut no añore Madrid".
Mesut abandonó el Madrid pese a su voluntad. Se marchó empujado por su padre, que cobró unos 8 millones de euros netos de comisión por el traspaso al Arsenal. Özil añora un club del que se fue por la puerta de atrás y donde era querido por todos sus compañeros.