El clásico del pasado sábado en el Santiago Bernabéu entre el Real Madrid y el FC Barcelona (3-1) no fue caliente en el terreno de juego, pero sí en la grada. Y es que muchos seguidores blancos dedicaron cánticos e insultos contra el equipo culé, su entrenador y algunos jugadores rivales.
Así, Mundo Deportivo destaca que el pasado sábado en el Bernabéu se pudieron escuchar insultos como "Shakira es una puta" -en referencia a la esposa de Gerard Piqué-, "Messi subnormal", "Luis Enrique, tu padre es Amunike" e incluso afirma que hubo gritos racistas contra Dani Alves al imitarse el sonido de un mono.
Sin embargo, el periódico deportivo va catalán va más allá al pedir una sanción contra el Real Madrid. A través de un artículo firmado por su subdirector, Joan Josep Pallás, y titulado "La impunidad del Bernabéu", MD sostiene que "la afición madridista, mayoritariamente, insulta más que anima y profiere gritos que están tipificados según la ley 19/2007 de 11 de julio contra la violencia con el rango de 'intolerantes' y sujetos por ello a sanción".
"En el Bernabéu gana el odio sobre el apoyo al propio equipo cuando delante está el Barça", añade Pallás, que pide una sanción hacia el Real Madrid por estos insultos, aunque lamenta que la Comisión Antiviolencia "siga mirando hacia otro lado".
De hecho, según pudo constatar in situ Libertad Digital el pasado sábado en el Bernabéu, este mismo periodista catalán dedicó más tiempo a contar los insultos que se escucharon desde la grada que a seguir la evolución del juego.
Y tampoco falta el palo de Pallás para José Mourinho, quien abandonó el Real Madrid hace ya un año y medio para regresar al Chelsea. "Aunque tanto en el Camp Nou como en el Bernabéu los clásicos siempre han sido calientes", afirma el subdirector de Mundo Deportivo, "fue José Mourinho quien los radicalizó más, pero una vez el técnico portugués emigró a Inglaterra los más optimistas esperaban un Chamartín más tolerante. La Comisión Antiviolencia tiene la palabra".
Cabe destacar que, mientras Mundo Deportivo pide una sanción para el Madrid, olvida la que la Federación Española de Fútbol le perdonó al Barcelona, después de que el cierre del Camp Nou se quedara en el limbo tras los insultos al Real Madrid y, lo que es más grave, el lanzamiento de una cabeza de cochinillo o una botella de whisky en el partido que supuso la vuelta de Luis Figo al coliseo azulgrana.