"Fin de ciclo" o "muerte de un reinado" son algunos de los titulares que ha escogido este jueves la prensa deportiva de todo el mundo para calificar la derrota de la selección española ante Chile.
Más allá de florituras literarias, a pocos se les escapa que, después de conquistar dos Eurocopas (2008 y 2012) y un Mundial (2010), Brasil 2014 abre el camino a un relevo generacional irremediable si España quiere volver a ser competitiva.
Más allá de la sustitución del seleccionador nacional, que, según el propio Vicente del Bosque, "no es el momento de valorar", el grupo actual tiene a jugadores que han marcado una época, pero que ya no rinden al mismo nivel. Algunos ya han reconocido que este Mundial será su última participación con el combinado nacional, como David Villa, aunque hay muchos otros dubitativos, como Xavi Hernandez, Pepe Reina, o incluso Xabi Alonso o Iker Casillas.
España tiene buena cantera y material para todas las posiciones. Se cerrará un álbum de cromos con las caras de futbolistas que nos han hecho vibrar y saltar de orgullo y emoción, para comenzar a pegar las fotos de otros con muy buena pinta.
"Viene una gran generación. Volveremos a hacer grandes cosas", asumió Fernando Torres. Es el momento de valorar si el talento de Isco, Iturraspe Óliver Torres o Ander Herrera es suficiente para entrar en la lista de la selección en el apartado de centrocampistas; si Jesé, Morata o Deulofeu están preparados para ser la referencia en ataque; o si Carvajal es el hombre que necesita la defensa de España.
Muchos de estos nombres ya sonaron con fuerza para Brasil 2014, aunque Del Bosque, finalmente, decidió prescindir de ellos. Otros, sin embargo, ya han iniciado el relevo, como David de Gea, Koke o Thiago.
El mítico estadio de Maracaná ha escrito un capítulo más en la historia: la despedida de una selección que marcó una época.