El mes de marzo de 1992 vio nacer la Premier League de Ucrania, un año después de que el país lograse la independencia, tras la desintegración de la URSS. El nuevo campeonato se dividió en dos grupos de cinco equipos y apenas duró tres meses, pero dejó al primer campeón de la liga en la recién inaugurada historia de la nación.
Con los dos grandes equipos del país, Dinamo de Kiev y Shakthtar Donetsk separados con vistas a una hipotética final, la sorpresa llegó de la mano de un club humilde situado en la península de Crimea. El Tavriya Simferopol ganó la final por 1-0 al Dinamo de Kiev y se hizo con la histórica primera liga de Ucrania. Desde entonces, Dinamo y Shakthar se han repartido todas las ligas y ningún equipo ha podido volver a hacerles sombra. Ahora, el conjunto de Simferopol ha solicitado pasar a formar parte de la Premier League rusa.
Con la anexión de Crimea por parte de Rusia, después del referéndum convocado en la región, Ucrania ha perdido toda su soberanía. Pero los dos equipos de la península, el Tavriya Simferopol y el Sebastopol, siguen disputando el campeonato ucraniano. El viceprimer ministro de Crimea, Rustam Temirgaliev, anunció que ambos conjuntos terminarían la liga y pasarían a formar parte del campeonato ruso la próxima temporada.
La decisión de la UEFA
El mismo día que los ciudadanos tenían que acudir a la urnas, el Tavriya Simferopol debía recibir al Dinamo de Kiev, emblema nacionalista del país, pero las autoridades optaron por que se jugase en Kiev. Ucrania rechazó en un primer momento que los partidos como locales de los conjuntos crimeos se pudiesen disputar en sus estadios, por no poder garantizar la seguridad, pero el desarrollo de los acontecimientos ha dado lugar a la autorización. El Sebastopol-Vorslka fue el primer encuentro que acogió Crimea convertida en región rusa.
Sin embargo, el proceso para pasar a formar parte de la liga necesita la aprobación de la UEFA. El máximo organismo del fútbol europeo estudiará la petición y una absorción por parte de la Federación Rusa de Fútbol podría originar sanciones y el veto por parte de la federación ucraniana. En Rusia dan por hecho que su liga pasará de 16 a 18 equipos la próxima temporada, a la espera de la decisión de la UEFA, cuyo principal patrocinador es la empresa gasística rusa Gazprom.
Tras solicitar oficialmente su incorporación al torneo ruso, el Simferopol y el Sebastopol se enfrentan a la incertidumbre que rodea a toda la región y a un futuro económico y social todavía desconocido. Dmytro Firtash, un magnate del gas y el petróleo y principal financiador del Tavriya huyó a Austria después de la caída de Viktor Yanukovich y fue arrestado por sacar capitales ilegalmente del país. Relacionado con la mafia rusa, salió de prisión tras pagar una fianza millonaria, pero ha dejado de pagar los salarios del club. Situación parecida vive el Sebastopol, cuyo dueño es el ruso Vadim Novinsky, un hombre vinculado a Yanukovich, que se dedica a la metalurgia y ahora trata de adaptarse al nuevo panorama político.
No solo la situación económica y política ha dado un vuelco. El otro reto es el de tratar de reconciliarse con una afición cuyos hinchas radicales son nacionalistas ucranianos. Amenazan con dar de lado a los dos clubes, cuya situación, como la del resto del fútbol en Ucrania, ha cambiado hacia un escenario incierto.