El técnico del Barcelona, Gerardo Tata Martino, podrá comprobar la evolución física del capitán Carles Puyol, intervenido quirúrgicamente en junio pasado, durante un partido amistoso que el equipo disputará este con jugadores del filial y frente a la UE Sant Andreu, de Segunda B.
El encuentro, que será a puerta cerrada y se disputará en la ciudad deportiva, permitirá a Martino observar el estado de Puyol, quien no juega desde el pasado 12 de marzo, puesto que disputó los últimos trece minutos de la vuelta de los octavos de final de la Champions ante el Milan (4-0).
Dos días después de aquel partido, Puyol se sometió a una artroscopia en la rodilla derecha para solucionar unos problemas en el cartílago de la rodilla derecha. Era el trigésimo sexto problema físico desde el año 2000, un rosario de lesiones de todo tipo en un jugador muy exigente.
Sin embargo, aquella operación no sirvió para aliviar su situación física. La recuperación no avanzaba y, ante el inicio de la pretemporada, Puyol se dirigió a los servicios médicos del club catalán para buscar una solución. La solución ofrecida fue extirpar un quiste de Baker que le causaba dolor, pero que además le limitaba la extensión completa de la rodilla y le impedía competir con garantías.
Hasta entonces, los diferentes tratamientos realizados -vaciado de líquido, punciones- no habían dado resultados. Tras la operación realizada el 19 de junio, Puyol ha ido mejorando progresivamente y a mediados de septiembre ya pudo entrenarse con el grueso de la plantilla.
Puyol, de 35 años, sabe que está en un momento determinante de su carrera. El Mundial de Brasil puede ser su última gran competición con la selección, pero para ello necesita recuperarse y ser competitivo en el Barça. Con el cuadro azulgrana, el nuevo técnico siempre le ha demostrado confianza y se ha referido a él como "el gran fichaje" del central que busca ante la lesión de Javier Mascherano, uno de los fijos del Tata.
El central azulgrana se ha exigido al máximo para volver a lucir el brazalete del equipo. Ha perdido algo de peso para que sus rodillas no se resientan y está dispuesto a recuperar el tiempo perdido, aunque es consciente de que tal y como están las cosas, Gerard Piqué y Mascherano son titulares indiscutibles y le resultará muy complicado jugar tantos minutos como en el pasado.