A Kaká se le acaban los días para solventar su futuro. Después de que el jugador del Real Madrid dijese abiertamente que se quería marchar, tanto el club como el brasileño sondean el mercado en busca de destino. El único que aparece en el horizonte, de momento, es el Milan.
El club rossonero estaría feliz de volver a contar en sus filas con Kaká, del que se despidió hace cuatro años cuando estaba considerado uno de los mejores jugadores del club. Con el Milan, Kaká disfrutó de grandes éxitos grupales, pero también individuales, como el Balón de Oro. Pensar en esa época solo le trae gratas satisfacciones.
En principal problema para que club y jugador lleguen a un acuerdo es la alta ficha de Kaká. El sueldo del brasileño ronda en el Real Madrid los 10 millones de euros netos por año, algo no asumible por el conjunto italiano. Debería conformarse con recibir seis millones de euros por campaña. Y kaká, lo acepta.
El brasileño no ha disputado aún ningún minuto con el Real Madrid en Liga esta temporada, si sigue ocupando banquillo podría perderse la oportunidad de jugar el Mundial en su país con la canarinha.
Según publica el diario italiano La Gazzetta dello Sport, Adriano Galliani ha viajado este domingo en un vuelo privado desde Milán hasta Madrid para cerrar el fichaje, una vez termine el partido entre el Real Madrid y el Athletic.
Florentino Pérez y Carlo Ancelotti ya conocían la intención de Kaká desde la pretemporada estadounidense. El club blanco no querría desprenderse del jugador por menos de 15 millones.