El duelo del morbo entre el Bayern de Múnich de Pep Guardiola y Thiago Alcántara se saldó con el triunfo para los alemanes, que hicieron notable la falta de rodaje del FC Barcelona. Los azulgranas no dieron sensación ningún momento de poder hacerse con el control del partido y se perdieron entre la presión de su rival.
El Bayern parece sentirse cada vez más cómodo con el libro de estilo de Guardiola. Con Thiago como único pivote, acompañado por Lahm y Kroos como volantes, el equipo muniqués desplegó un juego vertical y rápido, que desarboló cualquier opción del Barça. La presión que impuso Guardiola para ahogar la salida de balón del equipo dirigido hoy por Roura y Rubi, fue suficiente para frenar cualquier intención de la escuadra capitaneada por Messi.
El conjunto barcelonista acusó la falta de ritmo de competición en el primer choque de la temporada y apenas pudo presentar oposición aun rival muy superior físicamente. Sólo Messi, junto con alguna internada de Tello, consiguió sembrar algo de miedo entre los defensas rivales.
Quien atemorizó a la defensa rival fue el francés Ribéry, que se convirtió en la pesadilla de Bartra y Mascherano. Sus internadas por banda izquierda, acompañadao de Alaba, crearon constante peligro y, precisamente, una jugada suya dio lugar al primer tanto del partido.
Ribéry recogió el balón en la esquina del área del Barça y colocó un centro preciso a la cabeza de Lahm, que se adelantó a Mascherano para marcar el primer gol del partido. El capitán del Bayern demostró que el nuevo rol que le ha dado Guardiola en el centro del campo le convierte en un jugador imprevisible, que genera ocasiones desde la segunda línea.
A partir del tanto, las llegadas de los locales se sucedieron pero el desacierto y las intervenciones de Pinto evitaron un marcador más abultado en una primera parte espectacular. Sólo Tello, desde fuera del área, y una internada de Sergi Roberto dieron alguna señal de que el Barça todavía estaba en el campo.
La segunda parte trajo los habituales cambios de los encuentros de pretemporada y el encuentro perdió el ritmo de la primera mitad. Con un equipo plagado de canteranos y Messi descansando en el banquillo, el Barça terminó de diluirse ante un Bayern que también se conformó con el resultado.
Una internada de Contento, de nuevo por la banda izquierda, terminó con la asistencia para que Mandzukic marcase a placer el segundo tanto a cuatro minutos del final. El Bayern terminó satisfecho por el despliegue de los primero 45 minutos y el Barça entendió que todavía le queda mucho trabajo por hacer, a la espera de que el 'Tata' Martino tome las riendas del equipo.