La Liga de Fútbol Profesional (LFP) francesa y la Federación Francesa de Fútbol (FFF) exigen al Mónaco instalarse en suelo francés o una indemnización de 200 millones de euros para ser aceptados en primera división, con el objetivo de atenuar las ventajas fiscales de las que goza en el Principado.
Así lo reveló hoy el Mónaco en un comunicado emitido tras un encuentro entre el presidente del club, el multimillonario ruso Dmitry Ryboloviev, y el presidente de la FFF, Noël Le Graët. Según el club, que está a punto de lograr su ascenso a primera división, Le Graët pidió a Ryboloviev 200 millones de euros a cambio de no exigirle instalarse en Francia, tal y como le habían solicitado la LFP el pasado 21 de marzo.
El Mónaco consideró "inaceptable" esta decisión y anunció que llevará el caso a los tribunales "para obtener un arreglo judicial del litigio". El club exigirá que se anule la decisión de la LFP de marzo pasado que le obliga a instalarse en Francia y una indemnización económica por "las pérdidas financieras y comerciales sufridas".
La FFF, por su parte, difundió otro comunicado en el que señalaba que la cifra de 200 millones de euros había sido propuesta por el Mónaco, al tiempo que aseguraba que las conversaciones entre ambas partes se mantienen.
En el origen del conflicto está la "competencia desleal" que según los clubes franceses ejerce el Mónaco gracias a su particular régimen fiscal. El club del Principado paga menos impuestos, por lo que puede proponer salarios más elevados a los jugadores, lo que le permite hacerse más fácilmente con estrellas. Por eso, la LFP exigió que todos los participantes en primera división tengan su sede en suelo francés, para igualar las cosas.
El Mónaco se opone a esta decisión, recuerda que está afiliado a la FFF desde 1919 y que en todos estos años "ha formado a internacionales franceses y ha representado con orgullo el fútbol francés en el mundo". El club considera que su proyecto deportivo "ayuda a todo el fútbol francés y a su desarrollo futuro".
El equipo del Principado, tras dos años en segunda división, está a punto de conseguir el ascenso a primera de la mano del técnico italiano Claudio Ranieri.