"Picapedrero de las finanzas", "trovador de la contabilidad" e "iconoclasta del establishment". Así se autodefine José María Gay de Liébana, profesor titular de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Barcelona, en su cuenta de Twitter.
Claro como el agua, Gay de Liébana promete ser el azote de los derrochadores del fútbol. O, al menos, advertir de las drásticas consecuencias que le puede traer a los clubes el hecho de vivir por encima de sus posibilidades. "Estamos ante el inicio del desmoronamiento del fútbol español", avisa el profesor en los micrófonos de Tiempo Extra, el programa deportivo que Vicente Azpitarte dirige y presenta en esRadio, para advertir a continuación de que la Liga BBVA "no es la mejor liga" y de que "se está muriendo".
Un mensaje cuanto menos preocupante. "Pueden desaparecer algunos clubes importantes en un futuro", avisa Gay de Liébana, recordando que el presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, ya lo ha advertido en una entrevista reciente a El País. "El momento es tan malo que temo lo peor", ha dicho Villar.
Y las palabras de Gay en esRadio tampoco invitan precisamente al optimismo. "La Liga BBVA no es la mejor liga y va a hacer agua, se va a desmoronar. Es una liga que se está muriendo", afirma este prestigioso economista, buen comunicador y reconocido seguidor del Espanyol, para añadir que "el modelo del fútbol español es un fracaso absoluto" por culpa de la "bipolaridad" de Real Madrid y FC Barcelona.
No hay visos de esperanza salvo para los dos grandes del balompié nacional. El resto, como denuncia Gay de Liébana, "ha vivido por encima de sus posibilidades", destacando especialmente que los futbolistas "van a entrenar en un Porsche o en un Ferrari mientras sus clubes están en concurso de acreedores".
"La política ha mirado para otro lado"
Según el profesor, que lleva estudiando la situación financiera del fútbol español desde la temporada 2006/07, "nadie ha hecho caso" de lo que ocurría. Es más, Gay de Liébana denuncia que la Federación, la Liga de Fútbol y el Consejo Superior de Deportes (CSD) –lo que él define como "establishment político"– han "mirado para otro lado" mientras "la bola de deuda se iba haciendo cada vez más grande". "Ha predominado el resultado deportivo, las ansias de ser, y ahora vemos consecuencias", afirma.
"Somos campeones del mundo y bicampeones de Europa, además de tener clubes como Madrid, Barça, Valencia, Atlético, Sevilla... pero el modelo no se ha sabido gestionar", afirma.
Según sus cálculos, los clubes han perdido un total de 1.298 millones de euros entre las temporadas 2006/07 y la 2010/11. "El fútbol se creía inmunizado y vacunado ante la crisis económica, pero ésta le ha acabado sacudiendo", señala Gay de Liébana. "Me llamaban loco y lerdo, y ahora me llaman para que les explique todo", recuerda entre risas.
"Tres grandes patas de ingresos"
Gay recuerda las "tres grandes patas de ingresos" en el fútbol: el taquillaje, que "va en caída libre" por culpa de los horarios televisivos que "están matando la fidelidad de los abonados; el merchandising –"sólo venden Madrid y Barça" mientras que Valencia y Villarreal jugaron la Champions la pasada temporada sin espónsor, según recuerda–; y las televisiones, que merece un capítulo aparte.
Según recuerda el profesor, la Liga española no es precisamente la puntera en cuanto a faturación por derechos televisivos. Así, encabezando el ránking, figura la Premier League inglesa con 1.300 millones de euros, por delante de la Serie A italiana (918 millones), la Liga BBVA (647), la Ligue 1 francesa (cerca de 600) y la Bundesliga alemana (585). "Un fracaso absoluto para el fútbol español", reitera el experto.
¿Dónde está el futuro?
¿La solución pasa por abrirse al mercado chino y, por tanto, jugar a las doce del mediodía? Gay de Liébana piensa que no: "Nada, un error tremendo, en China, un país de 1.500 millones, hay un potencial máximo de 70 millones de consumidores de fútbol". ¿Dónde está el mercado real con fuerza y un poder adquisitivo importante? "En Japón", responde el profesor sin titubear. "Allí quieren ver fútbol español", aclama.
Fuera del Lejano Oriente, "en el mercado de verdad, donde tiene que mirar la Liga española, es en el mercado estadounidense". "Éste es un mercado absolutamente consumidor, con un poder adquisitivo tremendo y un futuro muy bueno porque cada vez hay más influencia de hispanos. El fútbol pasará a un lugar predominante en Estados Unidos en un plazo de diez o quince años", anuncia.