Todo fue originado por la Autoescuela Placentina, que instó a la DGT a actuar "de oficio" contra Iker Casillas por haber sido grabado por varios medios de comunicación conduciendo con un brazo escayolado, después de la lesión sufrida en el encuentro ante el Valencia.
Sin embargo, la Dirección General de Tráfico ha descartado actuar de oficio, debido a que no puede denunciar "por una foto", sin conocer dónde se encontraba el jugador, si circulaba en ciudad o carretera, o si lo que llevaba era una venda o una escayola y, en tal caso, si le impedía el movimiento.
Sí es cierto que la propia DGT, tal y como aseguran diversas agencias, han reconocido que la instantánea del portero del Real Madrid "no da buena imagen", pero no lo es menos que Tráfico no puede abrir un expediente sancionador en estas circunstancias, sin más evidencias.