El Real Madrid ha tirado la Liga. Parecía algo obvio, a pesar de que entrenador y capitán se negaran a pronunciarlo. Pero hoy, al conocer la alineación que iba a saltar en el Reyno de Navarra para medirse a Osasuna, quedó más que claro. Y es que con la baja de Cristiano Ronaldo, dejar a Özil y Benzema en el banquillo parecía mucho más que una odisea.
Además, es en este tipo de situaciones cuando más se nota lo importante que es el portugués para el equipo blanco. Porque tiene tan bien acostumbrados a los aficionados que, cuando marca tres goles, parece que no es nada excepcional. Pero cuando el Madrid es incapaz de crear una sola ocasión clara de gol en noventa minutos... Inconcebible sin Ronaldo.
Osasuna no supo aprovechar
Con todo, parecía que iba a ser el típico partido de Pamplona. El de siempre. El Madrid, entre bajas y descansos, presentaba un once de circunstancias. Osasuna, colista con merecimiento de la Liga, presentaba el once que podía. El mejor que tiene. De circunstancias.
A base de ganas y coraje, eso sí, es superior a los blancos. Quedó claro desde el pitido inicial. Sin fútbol, los de Mendilíbar comenzaron achuchando a su rival. Incluso, por momentos, encerrándolo en su área, aunque todo con balones aéreos. Porque la realidad es que Iker Casillas no tuvo que hacer ninguna intervención de las suyas.
Por ahí apareció la figura de Varane. Un portento. Un seguro de vida, por alto y por bajo. Con toda probabilidad, fue el mejor de los blancos esta noche. Y con eso está todo dicho...
Sólo en los últimos quince minutos del primer tiempo pareció despertar el Real Madrid. Lo hizo con dos buenas internadas de Fabio Coentrao por banda izquierda, y con otro inteligente cabezazo de Callejón. Pero las tres ocasiones terminaron con disparos que no fueron entre los tres palos.
En la segunda mitad Mourinho se cansó del experimento y, al poco de regresar de los vestuarios, dio entrada a Benzema y Kaká por unos desafortunados Higuaín, falto de ritmo, y Di María, que sigue con su travesía por el desierto. Mejoró algo el conjunto blanco, aunque las mejores oportunidades –por decirlo de alguna manera- volvieron a ser de Osasuna. Siempre, por supuesto, por alto y a balón parado.
Con la entrada de Özil por un desaparecido, otra vez, Luka Madrid, aún subió otro escaloncito el Real Madrid. Insuficiente. Sobre todo, tras la expulsión por una acción infantil de Kaká. Apenas 20 minutos estuvo sobre el césped el brasileño. Haciendo méritos. Justo después Callejón vio cómo le anulaban un gol tras una asistencia sublime de Benzema. Parece que, por milímetros, estaba en posición legal. En cualquier caso, muy complicado de ver. Insuficiente para protestar.
Quien sí podrá protestar, y mucho, es la afición blanca. Porque la imagen del equipo, una vez más, volvió a ser muy floja. Porque 15 puntos que pueden ser 18 de diferencia con el Barcelona es demasiada. Porque esta liga, de la que acabamos de ver cómo termina la primera vuelta, se puede hacer muy, muy larga. Y porque sin un jugador, por muy bueno que sea y por muy Cristiano Ronaldo que se llame, el Real Madrid se convierte en un equipo muy vulnerable. Demasiado.
Ficha Técnica
Osasuna, 0: Andrés Fernández, Marc Bertrán, Rubén, Arribas, Damiá. Lolo, Oier Sanjurjo. Cejudo (Llorente m. 85), Armenteros, Nino y Kike Sola
Real Madrid, 0: Casillas, Arbeloa, Varane, Albiol, Coentrao. Xabi Alonso, Khedira. Modric (Ozil, m 67), Di María (Benzemá, m. 57), Callejón e Higuaín (Kaká, m. 57)
Árbitro: Clos Gómez (colegio aragonés). Mostró tarjeta amarilla a los locales Rubén (m.11), Oier (m. 44), Armenteros (m. 56), Kike Sola (m. 76) y Lolo (m. 90), y a los visitantes Kaká (m. 59), Xabi Alonso (m. 68) y Ozil (m. 90)
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada decimonovena de la liga BBVA, disputado en el estadio Reyno de Navarra ante 16.366 espectadores. El equipo de fútbol 8 del colegio Ezcaba de Ansoáin, campeón del torneo inter escolar de Navidad, fue homenajeado antes de empezar el partido