El argentino Diego Milito puso fin a la impecable trayectoria de la Juventus, que sumaba 49 partidos sin perder, y dio la victoria al Inter (1-3), que amenaza el liderato del campeón, ahora con un solo punto de distancia.
El clásico italiano disputado en Turín encendió el campeonato liguero. El conjunto de Antonio Conte, con más de un año sin perder, se había tambaleado en los últimos partidos, que había resuelto con apuros y por oficio. El Inter llegó al choque con sus aspiraciones en órbita. Ocho triunfos seguidos (seis en Liga y dos en Liga de Campeones), en pleno ascenso.
Al cuadro de Milán no le afectó que el partido se le pusiera adverso en el primer minuto. Cuando el chileno Arturo Vidal adelantó a la Juve, otra vez en fuera de juego, nada más empezar. El campeón mantuvo el tipo. Pero en la segunda parte, a la hora de juego, un penalti transformado por Diego Milito cambió la situación.
Con el empate, el partido se abrió y, a falta de un cuarto de hora, Milito dio la ventaja a los visitantes, que redondearon su triunfo con el tanto de su compatriota Rodrigo Palacio en el último minuto.
Previamente, el Milan reforzó su ánimo con una goleada ante el Chievo (5-1) en el encuentro adelantado de la competición italiana, en vísperas de la visita del Málaga, en la Liga de Campeones.
El holandés Urby Emanuelson adelantó pronto al conjunto rossonero pero Sergio Pellisier obtuvo el empate pasado el cuarto de hora. Fue Riccardo Montolivo el que volvió a adelantar al cuadro de Massimiliano Allegri en el 37 y el español Bojan Krkic, cuatro minutos después, dio la tranquilidad al conjunto milanista con un golazo.
El choque fue el más sosegado para el Milan en lo que va de curso. El cuadro italiano, desplazado de la parte alta de la tabla y con el futuro incierto en Europa, encontró a Stephan El Shaarawy otra vez entre sus destacados. Firmó el cuarto gol, a falta de un cuarto de hora. Giampaolo Pazzini, en el tiempo añadido, redondeó el festín goleador.