Impresionante actuación de Fernando Alonso en la sesión de calificación de las 500 Millas de Indianápolis al marcar el séptimo mejor tiempo de los 33 coches participantes, a una media de 370,204 kilómetros por hora, en su primera toma de contacto con la categoría.
De esta forma, el asturiano, que participa en la Indy500 con el equipo Andretti Autosport, se jugará este domingo la pole position junto a otros ocho pilotos en el denominado Fast Nine. Además, por si fuera poco, Alonso sólo contó con un intento, y no con varios como en un principio estaba previsto,debido a que la aparición de la lluvia obligó a reducir la jornada de entrenamientos oficiales.
El piloto ovetense, que de momento este año está cuajando una temporada para olvidar en el Mundial de Fórmula Uno, realizó cuatro vueltas magistrales, sin una sola corrección y lamiendo los muros del mítico trazado norteamericano del que apenas conocía dos curvas.
Esta sesión de clasificación estuvo marcada por el brutal accidente del piloto francés Sebastian Bourdais, del equipo Dale Coyne Racing, al estrellar su monoplaza cuando circulaba a 372 km/h. El galo, perdió el control de su monoplaza y chocó contra la barrera de protección de la pista.
Miembros del equipo de seguridad tardaron 10 minutos en conseguir sacar a Bourdais del vehículo para luego colocar en una camilla al piloto de Le Mans, que se encuentra ingresado en un hospital local.
Oriol Serviá, por su parte, realizó una primera vuelta entre los mejores, a 370 km/h, pero en la segunda bajó un poco la presión y rápidamente perdió paso entre los 10 mejores, colocándose en vigésimo cuarta posición y, por tanto, quedándose fuera de un Fast Nine en el que sí va a estar Fernando Alonso.