Sebastian Vettel tenía todo de cara. Hoy más que nunca, el alemán de Red Bull ha hecho honor a su apodo de pequeño Kaiser y se ha colocado su cuarta corona de Fórmula Uno. Ha sido un ejemplo de lo que es un campeón, que conjuga un buen pilotaje con un coche al que es difícil hacerle sombra. Además, ha disfrutado de todo el apoyo de su equipo para ponerle donde hoy está.
Vettel, con 26 años, es el tercer piloto de la historia en alzarse con cuatro títulos individuales consecutivos y se une así al exclusivo club del argentino Juan Manuel Fangio y el teutón Michael Schumacher.
Este domingo, escuchó el himno alemán desde lo más alto del podio y custodiado por Rosberg y Grosjean, segundo y tercero respectivamente. Peor le han ido las cosas a Fernando Alonso, que ha terminado en undécima posición después de una mala salida en la que se tocó con Mark Webber. Sin tener en cuenta aquellos grandes premios en los que se ha visto obligado a abandonar, el asturiano no puntuaba desde el Gran Premio de Inglaterra de 2010.
Vettel consiguió el sábado la pole número 43 de su carrera, con los Mercedes de su compatriota Nico Rosberg y el británico Lewis Hamilton tras él. Hoy ha tenido una muy buena salida, partiendo con neumáticos blandos y optando por pasar por garajes en la tercera vuelta para poner medios. Luego, todo fue coser y cantar. Igual de tempranero fue el paso por boxes de Alonso, aunque éste por fuerza mayor. Tuvo que cambiar todo el alerón delantero después de su toque con el otro Red Bull. El español ya no pudo recuperarse de este contratiempo.
El Gran Premio de India se desarrolló sin coche de seguridad en pista y sin demasiados percances, a excepción de los abandonos de Webber-por problemas en la caja de cambios-, y de Hülkenberg, Pic y Van der Garde. Vettel enfiló la línea de meta tras dominar la carrera desde el ecuador de la misma. Raikonnen apuró sus neumáticos más de 40 vueltas -mientras que la recomendación de Pirelli para los duros era de no más de 32- con la intención de ir a una sola parada. A falta de vuelta y media para el final, el finés tuvo que parar y perdió la segunda plaza que hasta ese momento regentaba. Finalizó séptimo.
Felipe Massa y Sergio Pérez se colaron en las posiciones de cabeza desde el inicio de esta prueba, que el próximo año no se disputará, y terminaron en cuarta y quinta posición.
Alonso no tuvo una carrera fácil. Una vez descartado el podio, su objetivo fue simplemente puntuar. Luchó por las posiciones centrales de la tabla, intentando rascar metros a sus rivales, pero tan sólo logró cruzar por meta en undécimo lugar.
Vettel se ha llevado el título a falta de tres grandes premios y con él, esa emoción de una Fórmula 1 igualada. Hacía ya tiempo que este campeonato era algo monótono, cadente de nervios y de incertidumbre. Sin embargo, no hay que restarle merito al campeón. Ojalá el Mundial de 2014 traiga mejoras que devuelvan a los aficionados el interés por la lucha sobre el asfalto.
Alonso lo tiene claro. "Hay que felicitar a Vettel, y nosotros tenemos que pensar ya en el año que viene, en el que estaremos, seguro, luchando por el título", ha dicho el asturiano al finalizar la carrera.
Asimismo, Red Bull se ha proclamado campeón del mundial de constructores por cuarto año consecutivo. La segunda posición de Rosberg y la sexta de Hamilton han propiciado que Mercedes, con 313 puntos, adelante a Ferrari, con 309, en la lucha por el subcampeonato.