Otro carrerón de Fernando Alonso. Cómo no. Nos tiene muy mal acostumbrados el genial piloto asturiano, que en Silverstone, en la octava prueba del Mundial de Fórmula Uno, ha firmado otra de sus hazañas habituales.
Después de partir noveno –acabó décimo en la Q3 del sábado, pero se vio favorecido por sanción a Paul di Resta para ganar una posición en la parrilla– y protagonizar una mala salida, cediendo algunas posiciones, el español acabaría firmando una gran remontada. Especialmente en las seis últimas vueltas de esta accidentadísima carrera, plagada de safety cars y banderas amarillas, para acabar tercero, sólo superado por un rapidísimo Nico Rosberg (Mercedes) y Mark Webber (Red Bull).
En la vuelta número 46 –de las 52 de las que consta la carrera–, Alonso empezó a atacar y fue adelantando a los rivales: primero a Daniel Ricciardo (Toro Rosso), luego a Adrian Sutil (Force India) y finalmente a Kimi Raikkonen (Lotus).
Y es que por fin la suerte ha podido sonreír a Alonso, que además se ha visto beneficiado por el abandono de Sebastian Vettel. Después de haber completado los últimos 58 grandes premios –se dice pronto–, la caja de cambios del Red Bull del tricampeón mundial se rompió en Silverstone, teniendo que abandonar a diez vueltas del final. Así, el Guaje recorta quince puntos al germano y se sitúa ahora a 21 de la cabeza.
Quien también ha firmado una gran actuación, y ante su público, ha sido Lewis Hamilton. El inglés, autor el sábado de la pole position –la segunda de la temporada y la número 28 de su carrera–, tuvo que superar una serie de contratiempos en la carrera y al final acabó en cuarta posición, demostrando que los Mercedes van cada vez más rápidos. El británico acabó justo por delante de un Raikkonen que acabó cediendo terreno ante sus rivales.
Además de la victoria de Rosberg, los carrerones de Alonso, Webber y Hamilton y el abandono de Vettel, esta octava prueba del Mundial de F1 ha estado marcada por los numerosos y graves problemas con los neumáticos, como los que sufrieron Hamilton, Felipe Massa, Jean-Eric Vergne y Sergio Pérez, estos dos últimos también obligados a abandonar.
Así, los comisarios tuvieron que hacer uso de las banderas amarillas y del safety car en numerosas ocasiones. Fue un auténtico caos el vivido en Silverstone, donde finalmente pudo reinar Rosberg para sumar su segunda victoria de la temporada tras la obtenida hace un mes en Mónaco.
En cuanto a la clasificación del Mundial de pilotos, Vettel sigue al frente con 132 puntos, por delante de Alonso (111), Raikkonen (98), Hamilton (89) y Webber (87).
La Fórmula Uno no descansa y el próximo fin de semana se disputará una nueva carrera, la novena del campeonato, en Nürburgring, escenario del GP de Alemania. Sólo cabe esperar que Pirelli, suministrador único de neumáticos, haya tomado buena nota de lo ocurrido este domingo en Inglaterra y tenga el tiempo suficiente para poder subsanar errores. Que los hay, y muchos.